Ivonne, Gabriel y su Hija 3


Termino la música; Gabriel y yo tomando de la mano a nuestras respectivas hijas nos encaminamos a la mesa que ocupábamos. Nos miramos a la cara ambas parejas y sonreímos en señal de despedida y complicidad por nuestro agasajo en la pista de baile y satisfechos con lo que habíamos realizado.

En la siguiente canción Rafael y mi esposa continuaron bailando. Yo tuve la oportunidad de seguir platicando con Ivonne. 


Roberto: Ivonne este tipo de experiencias son muy peligrosas pero a la vez tan excitantes.


Ivonne: Tienes razón papá, lo que no me gusta es que me tengo que esperar a que haya alguna oportunidad para poder tenerte.


Roberto: Buscaremos una oportunidad y habrá que aprovecharla, no te desesperes. Lo deseo más que tú, ya lo has sentido. 


Ivonne: Yo estoy muy excitada, te quiero sentir dentro papito.


Roberto: Yo también estoy excitado, como me gustaría hacértelo aquí mismo. Te ves deliciosa con ese vestido y esas zapatillas que sabes que me encantan!


En eso que se acerca Gabriel y sentándose a un lado de nosotros me dice:


Gabriel: Roberto me siento muy contento y excitado, Betty no me dijo nada por todo lo que le hice cuando bailamos es más parece que le gustó.


Roberto: Todo fue idea de Ivonne, es ella quien merece el crédito.


Ivonne: Aún no cantemos victoria, todavía falta saber que piensa ella.


Gabriel: Gracias Ivonne, con lo que logré es más que suficiente.


Ivonne: No Gabriel, no es suficiente y si es posible. Con tu deseo, la disposición de ella y mi ayuda lograremos realizar tu fantasía. Ya verás!


Gabriel: Si Ivonne haré lo que tu digas... a la hora que tu digas podemos desaparecernos por un rato. Tengo que ir a la administración del salón para verificar algunos detalles. Ustedes me acompañaran para conocer los precios y ventajas de realizar con ellos una fiesta; y con este pretexto tendremos unos minutos para nosotros. Ya quiero ver esa sorpresa que nos tienes preparada, ¿estás de acuerdo Roberto? 


Roberto: Por supuesto que si, ya quiero ver la sorpresa yo también!


Ivonne: Esta perfecto, yo estoy lista cuando ustedes quieran.


Gabriel: Bien vamos… (busca con la mirada a su hija Betty y le pide que se acerque para decirle)… No me tardo voy a la gerencia del salón en un momento vuelvo, te encargo por favor que todos sean bien atendidos en mi ausencia.

Betty: Si papá, yo me hago cargo. No te preocupes… le dijo mientras le hacía un coqueto y sugerente guiño.


Ivonne y yo nos levantamos y salimos acompañados de Gabriel, nos la comíamos con la vista! Su caminar y el movimiento cadencioso de su cadera, hacía que sus nalgas lucieran exquisitas.


La abracé por la espalda y empecé a acariciarle los senos, Gabriel se apuro a ir a la gerencia a realizar un pagó que hacía falta, regreso muy rápido y nos dice… 

Gabriel: Vengan de este lado me han facilitado un reservado.


Ivonne y yo lo seguimos sin decir nada, llegamos al lugar indicado por Gabriel e Ivonne sin perder tiempo nos pidió nos sentáramos en el sillón grande.


Ivonne: No tenemos mucho tiempo, así que espero estén listos.


Gabriel: Por supuesto.


Roberto: Listos para la sorpresa, dale!


Ivonne comienza a moverse de manera muy seductora, acariciándose las nalgas y las tetas, dejando ver sus piernas y contoneándose sensualmente.


Ivonne: Quiero saquen sus pijas y se masturben para mí mientras disfrutan del espectáculo.


Al mismo tiempo Gabriel y yo: Perfecto!!!


Roberto: Quieres ver como nos tienes de calientes y como lo hacemos para ti? Quieres ver como nos la jalamos para ti preciosa?


Gabriel: Estas muy hermosa, mira como me tienes ricura… (decía mientras me mostraba en su mano su pene duro e hinchado). 


Ivonne se baja el cierre del vestido quitándoselo de manera muy sensual, quedando solo con el conjunto transparente de lencería y las zapatillas de tacón alto, dejaba muy poco a la imaginación. Se veía estupenda, como una modelo de revista!


Ivonne: Quiero que se sigan tocando y me enseñen y me digan como los excito. Yo haré lo mismo. Está bien?


Hicimos lo que nos pedía, ahí estábamos con las pijas bien duras dándoles una buena jalada. Ella se exhibía ante nosotros sentada con las piernas abiertas sobre el sillón pequeño frente a nosotros. Nos mostraba sus hermosas tetas sacándolas apenas sobre el brassiere, tocando y pellizcando sus duros pezones. Movía la cadera y se acariciaba las nalgas, se tocaba sobre la tanga y metía su mano dentro de ella para llegar hasta la vagina. Jalaba de lado el minúsculo triangulito transparente y nos dejaba ver como acariciaba su clítoris.


Ivonne: Uuuhhh!, que rico!... aaaggghhh!, así!, quiero ver que acaben para mi, mmmhhhh!, que bien se siente verlos así!, bien parados!... me vengo!, voy a acabar!, ... aaaahhh!... aaaahhhhh!... mmmhhh!... 


No acababa Ivonne de decirles eso cuando los dos casi al mismo tiempo estallaron al ver como se tocaba y salía un chorro de su vagina mojando la silla donde estaba y el piso del salón. Mi pene expulsó un chorro grande de leche. Gabriel acabó dejando manchada la parte baja de su camisa. 


Vaya el espectáculo que nos había dado mi querida hija. No habían sido ni diez minutos y los tres habíamos terminado muy rico.


Ivonne se puso el vestido y se arreglo lo mejor que pudo, no antes de indicarnos que fuéramos al baño a limpiarnos y regresáramos a la fiesta. Ella salió primero para ser mas discretos.


De lo que nos enteramos después fue de que tuvimos una espectadora secreta. Si, tal y como lo suponen; Betty por orden de su mamá corrió a alcanzarnos para decirle a su papá que se necesitaban dos cajas más de vino, para que las pagará y las llevarán a la fiesta. Betty al ver que salimos de la gerencia se detuvo a esperarnos, pero nosotros nos desviamos hacia el reservado, y como era lógico de suponer nos siguió y asomo sigilosamente, siendo ella la muda testigo de nuestro juego secreto… 


De esto nos enteramos cuando Ivonne invito a su nueva amiga Betty a comer a un restaurante y dar inicio con una nueva amistad.

 

Ivonne, su Padre y Gabriel, toman los pasillos para regresar a la fiesta de la cual se habían salido por unos minutos… 


Roberto: Hija eres una mujer muy sensual y muy bella…


Ivonne: Gracias papá, pero eso lo dices solo porque te gusta lo que hacemos.

Gabriel: No Ivonne, tú papá tiene razón eres una gran mujer y también yo te digo que eres muy bella. Pocas mujeres disfrutan del sexo como tú y eso te hace ser fabulosa.

Ivonne: Gracias Gabriel no esperaba menos de ti, eres un lindo. Dime que tal te sentiste al bailar con Betty esa balada?

Gabriel: Fue increíble, sentir las formas de su cuerpo y su disposición para dejarme acariciarla de manera discreta cuando bailábamos, fue grandioso!

Roberto: Ni tan discreto Gabriel, yo vi cuando le acariciaste las nalgas a tu hija.

Gabriel: Mira tú, de que te quejas, si cuando tú bailabas con ella hiciste lo mismo, pero dime te gusto tocar a mi hija?

Roberto: Por supuesto que si, no te ofendas por favor, pero Betty esta bien buena! Dan ganas de todo con ella. Esta deliciosa!

Ivonne: Momento señores respétenme, no ven que me van a dar celos, jajaja!

¡¡¡Ja ja ja!!! reímos los tres. En eso estábamos, en nuestro momento risas cuando logro distinguir que alguien se acercaba hacia nosotros…

Roberto: Miren alguien se acerca, parece ser... si, si es, es tu hija Betty, Gabriel.

Gabriel: Que habrá pasado vamos a ver    (caminamos para encontrarnos con Betty)…  

Betty: Ay! papá donde andas, fui a la gerencia y me dijeron que ya habías salido, te ando buscando desde hace rato.

Gabriel: ¿Qué pasa Betty?

Betty: Nada, solo que dice mamá, que hacen falta dos cajas de vino, que las pagues y que las envíen rápido al salón.

Gabriel: No me encontrabas por fuimos a ver otros salones que quería conocer Roberto, les mostré donde esta el restaurante y lo bello de los jardines. Pero mejor dejamos que ellos regresen a la fiesta mientras tú y yo vamos a encargar las cajas de vino.

Betty: Si papá vamos.

Gabriel: Roberto, Ivonne en un momento los alcanzamos.

Roberto: Si Gabriel no te preocupes, nos vemos en el salón

Así fue como nos separamos, Gabriel con su hija con dirección a la gerencia del salón y yo con mi hija Ivonne regresamos a la fiesta. 

En una plática que tuve después con Gabriel me contó lo que platico con Betty en ese instante. 

Gabriel: Betty, ¿qué tal esta la fiesta?

Betty: Muy linda papá, mamá esta muy feliz.

Gabriel: Que bueno, me da gusto que todo vaya bien, y tú ¿qué tal te la estas pasando?

Betty: De lujo papá, me siento alegre, algo así como excitada.

Gabriel: A ver explícame ¿cómo es eso de excitada? 

Betty: Es algo difícil de explicar, me siento muy emocionada y a la vez siento mucha adrenalina que me hace estar muy activa, me imagino que tú te debes sentir de manera similar.

Gabriel: Por qué lo dices

Betty: Bueno mientras tú bailabas con Ivonne, que por cierto es muy guapa; te vi muy emocionado con ella, algo así como si estuvieras excitado por su presencia, tú cara reflejaba un deseo de querer (dice dudando y calla)...

Gabriel: De querer qué?, hija…

Betty: Bueno, ¿no te enojas si te lo digo verdad?

Gabriel: No, no me enojo dime…

Betty: Tu cara reflejaba el deseo que siente un hombre por una mujer.

Gabriel: ¿Cómo dices?

Betty: Si papá, es el deseo de querer coger con ella, se te iban los ojos y las manos.

Gabriel: Hija, que cosas dices...

Betty: Si papá, dime que no te quieres coger a Ivonne?

Gabriel: Betty, como crees posible eso.

Betty: Mira papá los hombres de tú edad son muy impetuosos y cuando hay chicas jóvenes, les nace de inmediato el deseo de coger con ellas. Te lo digo por experiencia, he conocido varios hombres como de tú misma edad y en más de una ocasión me han dicho piropos y no me dejan de comer con los ojos y coquetear, así como tu amigo Roberto.

Gabriel: Roberto te ha faltado al respeto?

Betty: Claro que no papá, pero es hombre y se cuando un hombre se emociona al tener una mujer cerca y sobre todo si esa mujer es bella, y eso lo digo también por ti. 

Gabriel: Por mi?

Betty: Si, mira; cuando bailabas con Ivonne tuviste vi como se te paró y a ella le gusto rozar tu pene, lo mismo le paso a tu amigo Roberto cuando bailo conmigo.

Gabriel: Y a ti también te gusto rozar su, su....

Betty: ¿Su pene?... Si papá me gusto mucho y te digo que tu también no estas exento de esa reacción, noté que cuando tu y yo bailamos te pasó lo mismo conmigo. Te sentí!

Gabriel: Discúlpame hija, no era mi intención.

Betty: No te preocupes papá. No te digo que los hombres de tu edad tienen el libido al 100% y después de haber bailado con Ivonne era lógico que siguieras emocionado y era preferible que te desahogaras conmigo que con alguna de las invitadas y tuvieras que pasar por un momento bochornoso. Además déjame decirte que a mi también me gusto sentir lo duro que estabas. Yo creo que tu también te diste cuenta cuando al bailar me frotaba contigo. Dime tu lo disfrutaste?, te gustó?

Gabriel: Si me gusto mucho, fue sorprendente sentir como me sobabas con tu cuerpo.

Betty: Ya vez como tu también eres un lujurioso! Jijiji.

Gabriel: Hija en este momento me siento avergonzado, sobre todo contigo.

Betty: No te preocupes papá lo entiendo, no te sientas mal. Yo no le doy importancia y asunto olvidado. Pero espero ya estés más tranquilo y que el aire ya te haya bajado la calentura.

Gabriel: Si hija ya estoy más tranquilo, gracias por tu comprensión.

Betty: Mira mejor vamos a olvidarlo, aquí no ha pasado nada. Mejor nos apuramos para regresar a la fiesta, te parece?

Gabriel: Si tienes razón, mejor nos apuramos

Después platicaron cosas intranscendentes y volvieron con nosotros. Al sentarse en la mesa Betty quedo a un lado de Ivonne. Estuvieron platicando como grandes amigas, congeniaron muy bien. Se dieron cuenta de que tienen muchas cosas en común. Sus gustos por la ropa y otros detalles femeninos son muy similares. Para reafirmar su nueva amistad se pusieron de acuerdo en salir juntas a comer.

La fiesta terminó, nos despedimos de los anfitriones y las chicas recordaron su compromiso de salir juntas. 

Regresamos a la casa y yo le hice el amor a mi esposa, había quedado con ganas de más. Tenía un juego de lencería que había comprado para Ivonne. Vaya ventaja que es que las dos sean casi la misma talla, aunque a mi mujer le queda un poco más apretado, pero no tiene desperdicio. Pensando en eso, se lo entregué a mi esposa Patricia como regalo…

Roberto: Mi vida, te tengo un regalito…

Patricia: Para mi? Y a que se debe tanta amabilidad?

Roberto: Tu mereces lo mejor mi vida, porque no lo abres y te lo pones…

Patricia: Mmmm… OK, con esa propuesta tan galante no me puedo negar. 

Lentamente Patricia desabotonó la parte posterior del vestido, volteando hacia Roberto que ya estaba recostado en la cama viéndola fijamente.

 Patricia: Quieres que me cambie aquí frente a ti papi, eso es lo que quiere mi hombre?

Roberto: Por supuesto, quiero ver como te desnudas y luego te vistes para mi. Comienza ya mujer!

Patricia obedientemente dejó caer el vestido. Llevaba un juego de lencería en color negro, clásico y muy fino. Siempre me ha gustado que se vista bien. Yo se la compro y en eso tengo buen gusto. Se quitó los zapatos altos y se sentó en el taburete para quitarse las medias. Levantó la pierna de manera sensual y lentamente fue bajándola. Me quería seducir, sabe bien lo que me gusta y como me gusta. Siguió con la otra pierna. Se levantó y sacó de la bolsa el regalo que le había dado. Era un vestido muy delicado y sensual. Transparencias, encaje y unas medias pantimedias color negro muy delgadas.

Patricia: Roberto, en verdad quieres que me ponga esto?, estas seguro papito?... decía con una risa entre burlona y nerviosa. – En que habrás estado pensando cuando las compraste? Eres un cachondo mi vida.

Roberto: Por supuesto mujer, te lo vas a poner y te va a encantar! Te la quiero meter con eso puesto, póntelo mamita!

Patricia: Pero las pantimedias con completas papi, no tienen agujerito!!! (dijo señalando la entrepierna del conjunto)…

Roberto: Exactamente esa es la idea, quiero que te las pongas y después hacemos un agujero, o te las bajo a la mitad. Sabes como me gustan las medias. Date prisa, póntelo y saca unos tacones altos, quiero que te veas deliciosa para mi! (le ordené).

Se sentó de nuevo en el taburete y se comenzó a poner el conjunto. En verdad mi mujer se conserva muy bien a sus 54 años. Tuvo a Ivonne a los 16, si eso se preguntaban. Me levanté de la cama y me acerque al closet, saqué un par de zapatillas altas de raso en color negro. Uno de los pares que le he regalado y utilizamos para tener sexo, ya que dice son muy incomodas para usarlas todo el día. Ya llevan encima mas de un par de buenas deslechadas. Se las acerqué y le tendí la mano para que se levantara y apoyara para ponérselas. Se acomodaba las medias y el vestido sensualmente, provocando. 

Roberto: Vaya que te vez deliciosa mujer, pareces una verdadera zorra! Mi zorra personal, cierto?

Patricia: Si papito, sabes que sí. 

Roberto: Pues que esperas entonces para empezar, estoy listo mamita! Súbete a la cama y déjame verte!

Así lo hizo, subió a la cama moviéndose sensualmente. Nada comparado con Ivonne, pero bien que sabia su oficio mi mujer. Se movía levantando las piernas y separándolas, mientras se acariciaba la concha y las tetas. Se descubría poco a poco dejándome ver su concha a través de las pantimedias. Veía como se le apretaban los labios de su sexo cuando jalaba las medias hacia arriba, haciendo que se le pegaran y mojaran con sus jugos.

Roberto: Tócate para mi, quiere ver como te tocas… le dije.

Así lo hizo, se comenzó a tocar la concha y las tetas. Me apresuré a sacarme la pija que ya sentía me explotaba, no obstante la presión que ya había sacado con el espectáculo de Ivonne un par de horas antes. 

Me acerqué y se la ofrecí, se la puse muy cerca de la boca para que la recibiera. Cosa que hizo de inmediato. Si algo sabe hacer Patricia es mamar verga como una diosa. Comenzó a jugar con su lengua en mi glande, notando algo de los restos de leche que me habían quedado embarrados. 

Patricia: Papi, estas muy caliente, se te salió algo de lechita y ni siquiera hemos empezado. Deja que te lo limpie papito.

Me hizo una felación deliciosa, la acosté de lado para poder llegar y con mi mano darle con mis dedos en la concha. Un par de minutos después, yo estaba listo para metérsela pero ella no estaba tan mojada. Bajé hasta su sexo, el cual me comí llenándolo de saliva y ayudando a que se lubricara. Ella solo gemía y apretaba mi cabeza como pidiendo más. Del cajón del buró, saque un lubricante y poniéndola en cuatro, se lo aplique por en medio de las nalgas, viendo como se le escurría pasando por su ano y hasta los labios de su sexo. Con mi mano lo unte masajeándola un poco, lo que me restaba me lo puse en la pija y de una sola embestida se lo metí lentamente hasta llegar al fondo. Ella grito delicioso, sentíamos un placer inigualable. Empecé a tomar ritmo metiéndoselo y sacándoselo profundamente. Con mi mano izquierda acariciaba sus nalgas llegando en momento a su ano, donde masajeaba y dedicaba más tiempo, haciendo que sus gemidos fueran más fuertes e incitantes. Seguí un poco más, bombeándola y viendo como disfrutaba. Mi dedo poco a poco fue tomando rumbo por su recién dilatado ano, el cual ya lo recibía por completo. Le estaba penetrando la cola con mi dedo y la vagina con mi pito. Ella gemía delicioso, no pude aguantar más…

Roberto: Me estás haciendo acabar, me vas a hacer acabar!...

Ella se frotaba el clítoris rápidamente, hasta que estalló, provocando con uno de sus espasmos mi verga se saliera y acabara sobre su ano y nalgas. Lo que no perdió su lugar en ningún momento, fue mi dedo medio en su ano. Se seguía empujando hacia atrás para seguir recibiéndolo. Después de un momento le saque mi dedo, ella con su mano se embarraba mi semen en toda la concha hasta la cola dilatada y hermosa. 

Patricia: Que delicia papito, que rico me lo hiciste. Porque estabas tan caliente? Hacía tiempo que no me lo hacías así de rico mi vida…

Roberto: Nada mujer, verte así vestida de zorra para mi me gusta mucho y lo sabes. Ahora ayúdame a limpiar y vamos a dormir… le ordené. No podía decirle que era Ivonne la que me había puesto así desde la tarde y que a ella le había tocado culminar la faena…



Continuará...



Besitos


Dra. Tentación




Fotos: amberathome.com


Imágenes de carácter ilustrativo y propiedad de sus creadores originales.





















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