Excitando a mi hermano mayor, Alberto.
Yo siempre me había fijado en mi hermano, desde chicos hemos sido muy unidos. Es alto, 1.85 mts., con un cuerpo muy marcado, hace mucho ejercicio y no pierde un día sin ir al gym. Tenia unos boca muy bonita y era bastante guapo, con una espalda muy ancha, fuerte. No le faltaban admiradoras. Mis amigas mas de una vez se iban a mi casa para verlo, con la excusa de visitarme a mi. Frecuentemente hacía ejercicio en su cuarto. Yo me acercaba inocentemente a pedirle algo y cuando veía su cuerpo sudoroso me quedaba hablando con el, pretextos no me faltaban para darme un taco de ojo. Otras ocasiones lo espiaba y me deleitaba viendo su cuerpo si que el se diera cuenta. Solo hablaba de tonterías para tener la excusa de quedarme allí, porque estaba buenísimo. Se ponía unos bikers pegaditos para hacer abdominales en su cuarto, tenia unas piernas divinas. Cuando me pedía que lo ayudara sujetándole las piernas para hacer sus abdominales me quedaba embobada viendo como se le marcaba el paquete. Sus nalgas apretadas en esas mallas no estaba nada mal.
Pero sin duda en la familia la mas favorecida por la genética soy yo, me presento, soy Ivonne. No que sea una muñequita de porcelana, jajaja, pero soy delgada, tengo las tetas pequeñitas, pero bien paraditas y con mis pezoncitos rosados y siempre duros. Mis areolas siempre están hinchadas, soy talla 34 A pero bien se sacarles provecho. Soy de piel blanca, con el pelo lacio que me llega debajo de los hombros. Tengo los ojos grises con toques verdes y mido apenas 1.56 mts. Lo que mas destaca de mi cuerpo es sin duda mi trasero, es firme y redondito, no tan grande, me han dicho que tengo “nalgas perfectas”, creo que de tanto bailar. Me encanta enseñarlo, por eso solo uso tanguitas, entre más pequeñas, mejor!. Me gusta mucho ir a la playa a mostrar mi cuerpo, que para eso lo tengo. Me depilo el vello púbico porque a mi ex-novio le encantaba, así que me quede con esa costumbre. Es mas higiénico y además si llevas tanga en la playa... se ve fenomenal!
Hace un par de veranos nos quedamos solos en casa, una semana que nuestros padres se fueron de viaje a Nueva York. El tenia veintidós años y yo recién cumplidos veintiuno. El calor era intenso y la humedad ni se diga. Me gustaba pasearme en bikini delante de el porque veía como me comía con los ojos. Mis bikinis estaban elegidos para enseñar la máxima cantidad de piel permitida, insinuando, casi enseñando. Yo había dejado de ser una niña, y mi cuerpo empezó a despertar deseos en él. Al principio me hacia gracia ver como se embobaba mirándome, pero luego me empezó a excitar su mirada lujuriosa recorriendo mis curvas, me devoraba con la mirada. Yo siempre había sido la que había admirado sexualmente a mi hermano, me parecía muy guapo y atractivo. Ahora el también me deseaba, se le notaba en el paquete que le crecía cuando me paseaba frente a el.
He tenido varias aventuras sexuales con mi hermano. Casi todas exhibicionistas y alguna mas subida de tono. Lo he descubierto masturbándose, lo he espiado en la regadera, le seduzco y le muestro un poco demás a escondidas cuando están mis padres y se que no podrá hacer nada. Me gusta calentarlo, jiji.
Un día yo llegue de la playa, entre a mi cuarto a cambiarme y el estaba allí escuchando música en mi reproductor de CDs. El suyo estaba sin batería o algo así, por eso tomó el mío. Venia de estar en la playa, así que me di un regaderazo rápido. Al salir del baño, lo vi sentado en la cama de mi cuarto, tome la ropa que habitualmente me ponía para estar en casa para cambiarme, con la intención de cambiarme en el baño, no me iba a cambiar frente a el. Pero el era mi hermano ¿que malo tenia que me viese desnuda? Además, muchos hombres me veían casi a diario medio desnuda en la playa y tampoco pasaba nada. Y no se diga en las pasarelas o en las sesiones de fotos en las que trabajaba como modelo. Solo me puse la tanguita y me cubrí con la toalla; con toda naturalidad me acerqué a el y dejé caer la toalla. Mis tetas quedaron libres y erguidas, expuestas ante su atenta mirada. El se puso rojo como un tomate. Mis pezones estaban duros, apuntando hacia el. Mis tetas lucían bronceadas después de un mes de playa y tops pequeñitos. Me gire con sensualidad dejando ver un tanguita rosa minúscula. El perdió la vergüenza me dijo:
- !Que bien te queda la tanga!,!que bronceado tienes el trasero!.
Y era verdad, un tanga si no tienes un trasero firme, bien prado y redondito, no luce bien. El acerco su mano mientras yo estaba de espaldas, en tanga, sin brassiere; me apretó el culo con todo el descaro.
- Eh!,¿que haces?!, se mira pero no se toca. La próxima vez te la corto. - ¿La polla? - Si, eso también. - le respondí algo enojada.
Me puse unos shortcitos y una playerita de estar en casa y me fui a la cocina a tomarme un refresco. El se quedo allí, pasmado por lo que había visto. Se le notaba. En realidad, pensándolo bien, no podía culparlo de que me hubiese tocado las nalgas, le había hecho un striptease sin mas ni mas. Era normal. Seguro que le había gustado mucho.
Al otro día tenia que limpiar un poco mi cuarto. Alguien tenia que hacerlo. El estaba allí, viendo la televisión. Parecía últimamente muy aficionado a estar en mi recamara. Así que me puse unos shorts, los mas chiquitos y ajustados que tenia y una camiseta de tirantes que me quedaba un poquito grande, sin brassiere por supuesto. Mientras el veía la tele, me puse a limpiar la mesa donde hacía la tarea, agachándome lo suficiente para que el pudiera deleitarse con mis pezones bajo la holgada camisetita. Cuando yo levantaba la mirada, lo descubría con la mirada clavada en mis paradas tetitas y me hacia la despistada.
Otro acto de exhibicionismo despistado que me gustaba mucho era salir del baño recién bañada, con la bata abierta para que pudiera ver el esplendor de mi cuerpo. Eso hizo que cada vez que me bañaba y no había nadie mas en casa, el siempre dejaba la puerta de su cuarto abierta para verme pasar. Una vez me paro para preguntarme alguna tontería, y yo me quede respondiéndole, con la bata semi abierta, dejándole ver mi conchita depilada y mis tetitas paraditas, como si nada pasara. El si que le daba importancia. Su voz se hacia temblosa, y a mi me encantaba ponerlo nervioso y caliente.
El día que mas caliente me puse fue un día de verano. Me desperté muy muy cachonda porque había soñado con él, con su delicioso cuerpo y su paquete. Tenia la tanguita empapada. Empecé a masturbarme entre las sabanas pensando en lo que había soñado. Mi calentura y cachondez era demasiada, así que no pude evitar levantarme de la cama decidida a hacer realidad mis fantasías.
Me fui al baño, me eche agua en la cara, me desvestí, cubrí mi cuerpo con una toalla y me acerque a su habitación. Su cuarto tiene una terraza grande y la mía no. Decidí ponerme a tomar el sol en su terraza. Yo suelo tomar el sol en tanga. Pero ya que estaba en mi casa y los vecinos no podían verme porque estaba en la planta mas alta, iba a tomar el sol completamente desnuda. Para que el se pusiera tan caliente como yo me ponía con él.
El estaba dormido todavía, pase por al lado de la cama, abrí la terraza. Puse la toalla en el suelo y me recosté boca abajo. Habrá pasado una media hora el se despertó, lo sé por el ruido que hizo. Yo había dejado estratégicamente la cortina medio corrida, para que pudiera verme. Me lo imaginaba recién levantado, con su típica erección matutina, y ese paquetón que se le pone, mirándome a través de la ventana. Solo de pensarlo sentía como fluían mis jugos, estaba cachondísima. En realidad el ya me había visto casi desnuda una vez que se acerco a saludarme en la playa con sus amigos. Al levantarme, sus amigos se quedaron impresionados ya que solo llevaba una tanga negra, y un top que apenas tapaba mis pezoncitos, dejando ver toda mi figura. Después me enteré que no pararon de decirle cosas de mi, piropos para mi supongo.
Ahora seguro que estará tocándose la pija - pensaba para mis adentros. Yo estaba ya boca arriba, con las piernas levemente separadas, enseñando mi conchita y mis hermosos pechos. Cuando sentí que el sol me estaba ya devorando, me di la vuelta. Al darme la vuelta, me puse a cuatro, y le exhibí mi culo y mi conchita por unos momentos, color rosita y empapada en mis jugos, así estuve unos momentos, pensando en ese sueño que acababa de tener. No quería perderme su cara de excitación así que de repente y por sorpresa me levante, me enrolle la toalla que había puesto en el suelo y me dirigí hacia el interior del cuarto con paso ligero.
El no estaba, se había ido a la cocina a desayunar el muy idiota. Me enojé muchísimo. Me acerqué a la cocina y le dije: - Oye, necesito que me eches una mano. ¿Puedes ponerme crema por la espalda.? - Si, ¿por que no?... respondió.
Debería haberle pedido que me la pusiera en la terraza, para que me hubiera masajeado por completo, pero seguramente por mi enojo, mi calentura y mis prisas, no se me ocurrió. Me baje la toalla hasta la cintura y me gire para que me la pusiera en la espalda. Tenia las tetas al aire, y el se acercaba sospechosamente, estaba muy cerca de mi cuerpo, seguramente aprovechando nuestra diferencia de altura, me estaba mirando las tetas por arriba. Sus manos estaban temblosas, notaba su respiración acelerada en mi nuca. Tenia unas manos muy grandes, muy agiles también. Cuando termino me fui de nuevo a la terraza. - Estaré en la terraza. - le dije. - Vale, yo estaré por aquí. - ¿No vas a ir al gimnasio? - No, hoy no, estoy muy cansado. - Ah!, pues muy bien.
!Vaya! Había conseguido que mi fuerte hermanito, que mi querido Alberto se perdiera su sesión de pesas para quedarse a verme. Esta vez no se perdió el espectáculo. Me puse de rodillas y empecé a aplicarme la crema bronceadora en los lugares donde el no había llegado. Por las piernas y por mis nalgas, lentamente, sin prisas. Luego me puse en cuatro, dejando mi conchita totalmente expuesta, y me aplique la crema por los rinconcitos mas íntimos. Me imaginaba que el me miraba, y esta vez seguro que si que lo hacia. Estaba cachondísima. !Que calor hacia!
De nuevo me recosté boca abajo y me lo imaginaba con la polla durísima, masturbándose a la vez que contemplaba mi cuerpo. Tenia unas ganas locas de tocarme, el flujo me resbalaba por las piernas. Tenia ganas de frotar mi abultado clítoris y meter mi mano hasta lo mas adentro, pero me contuve. Al cabo de diez minutos me levante. Al girar la cabeza comprobé que me había estaba mirando. El sabia que a mi también me gustaba provocarle. Abrí la puerta de la terraza, el se había sentado sobre la cama, tenia un cojín puesto sobre sus piernas tapando su erección. No entiendo porque. Le sonreí pícaramente, le guiñe el ojo y me fui a mi habitación. Cerré con seguro y empecé a masturbarme sobre la cama. Yo sabia que el estaba haciendo lo mismo, así que eso me excitaba aun mas. Media hora de caricias vaginales me dieron tiempo a imaginármelo de mil maneras. Me lo imaginaba clavándome su enorme pija suavemente, y luego fuerte y apasionadamente. Me sobaba las tetas y pellizcaba mis pezones; metía dedos hasta los mas profundo que podía. Me imaginaba que hubiera pasado si me hubiera puesto la crema en la terraza, con mi cuerpo desnudo. Su musculoso cuerpo excitado, empujándome con fuerza contra la cama. Imaginaba sus brazos músculos envolviendo mi delicada figura y me retorcía de placer al compas de los movimientos circulares de mi mano.
UUuuuummmmmmmm!!!!Que guuuuuuusto! Ooooooooohhh Ooooooooooohghhhhhhh UUUUUUfff!!
Partiéndome en dos. Susurrándome cachonderías y haciéndome gritar como una zorra.
Aaaaaauuuuuuuuu!!!! OOOOOOOOOOOOOhhhgghhhhhhhhh!! Uuuuuuuuuuuuuummmmmmmmm!!!!
Tuve varios orgasmos muy intensos. Vaya que me estaba dando gusto. Tenia los muslos empapados de flujo. No pude evitar que se me escaparan varios gemidos. El a lo mejor escucho alguno. A pesar de lo relajada que me quedé, seguí cachonda todo el día, revoloteando alrededor de mi hermano como un animal en celo. !Que bueno estaba, por dios!
El día mas intenso fue el Viernes. Recuerdo que era Viernes porque ese día mis amiga Vero me dejo plantada para irse con su novio, y el prefirió quedarse viendo una película. Era una película muy aburrida, tanto que no me acuerdo de cual era. Alberto sacó una botella de tequila y nos echamos unos shots. No teníamos nada que hacer. Era la una de la mañana, no teníamos sueño. Después de ver la película que estaba grabada en VHS, empezamos a hablar de temas banales, y de fondo la cinta seguía, habíamos perdido el interés en la película. Mientras hablaba con el, note de reojo que en la televisión había una escena de sexo. Mi hermano estaba en la cocina, había bajado los vasos de los shots para lavarlos. Después de la película el o mi padre habían grabado una película porno. Creo que fue el, porque cuando se dio cuenta se sobresaltó y fue casi corriendo a por el control remoto para pararla. Yo ya llevaba unos cinco shots encima, y debió ser por eso que me notaba algo juguetona.
- No espera. Déjala. ¿Te crees que me voy a asustar? Yo ya he visto mas de una. Siéntate.
El visiblemente sacado de onda se sentó a mi lado en el sofá y se dispuso a verla conmigo. En la primera escena una rubia despampanante llama por teléfono a un amigo y le pide que vaya a su casa porque esta aburrida. En eso que llega un moreno súper bueno!. Ella esta en la alberca desnuda, y le pide que le dé un masaje. Ella se acuesta en un camastro y empiezan a fajar, el chico llevaba un speedo negro muy muy pegado que estaba poniéndome muy caliente. La rubia tenia una cara de puta tremenda, con la tetas operadas y varios tatuajes. Pero el estaba delicioso. Tenia unos brazos y unos pectorales impresionantes. Su barbita de tres días adornaba una cara súper lujuriosa, pero lo mejor sin duda era su paquete.
- !Vaya músculos!, !como me gustaría que un tipo así me diera un masaje!.- le comente a mi hermano. - Yo no tengo esos músculos, pero si quieres puedo intentarlo. - ¿Tu sabes dar masajes? UUUff, me encantaría que me dieras un masaje - le respondí con voz de gata juguetona, esbozando una picara sonrisa. - Esta bien, iré a por aceite y una toalla. Se levanto y se dirigió al cuarto de mis padres que también disfrutaban de esos jueguitos y tenían todo tipo de aceites.
- Vete a mi habitación. Allí estaremos cómodos, me dijo. Yo me levante, mareada, !vaya, el alcohol se siente mucho cuando uno camina! -pensé.
Entre en el cuarto de mi hermano, me desnude completamente y me tire en la cama.
Tumbada en la cama pensé: !Que suerte tengo de tener un hermano tan guapo en casa para hacer realidad mis fantasías mas morbosas! No era el de la película, pero no le pedía mucho que digamos.
Al cabo un par de minutos llegó, yo estaba desnuda, boca abajo. Con las piernas medio abiertas para que pudiera ver libremente un poco mas de lo debido, y los brazos apoyados sobre los codos para que viera lateralmente mis tetas. Mi cara estaba hacia la izquierda viéndolo a él, viendo su cara de excitación. Vaya que se estaba dando placer viéndome ahí, tendida en su cama desnuda solo para el.
Me puso la toalla sobre el trasero. Yo la cogí y me la puse en la cara, a modo de almohada. No tardo en untarse las manos con uno de los aceites. El solo llevaba puesto unos pantalones de pijama cortos que mi madre le compro. Su musculoso pecho me estimulaba mucho.
Me empezó a aplicar el aceite en la espalda. Estuvo varias minutos recorriendo mi cuerpo sinuosamente. Muy sensualmente, sus manos me hacían estremecer. Desde luego, si tuviese los dedos de la mano igual que la pija, seria una maquina de provocar placer femenino.
- Lo haces muy bien - le comenté. - UFFFFF. Lo haces de maravilla hermanito.
- Gracias. Lo hare lo mejor que pueda - me respondió.
Pronto recorrió mis costados buscando encontrar mis tetas. Las tocó disimuladamente, como para que no me diera cuenta. Esa zona es muy peligrosa, porque empecé a ponerme realmente caliente, muy cachonda y con necesidad de verga. Así continuo hasta cada vez tomar más confianza e ir más allá. Me empezó a masajear las tetas y a tocar mis pezones, con mucha suavidad, pero con decisión, yo estaba empapada de mis propios jugos.
Yo estaba impaciente porque empezara ya a tocarme la concha y mi colita. Se le veía temeroso en ese aspecto. Así que rompí el hielo. - Por favor, un poco mas abajo, no te olvides de mis piernas.
Dicho y hecho, al momento estaba masajeando mis piernas y mi culo. Me rozo varias veces la parte interna del muslo. Estimulándome muchísimo. Su enorme dedo recorriendo mi conchita parecía una polla que me iba a penetrar. Mi flujo se mezclaba con el aceite, y mi vulva estaba ya ardiendo y pidiendo guerra.
- Oye, en la película el tipo estaba solo en speedo, no en pijama. ¿Por que no te quitas los shorts?. Menuda excusa mas tonta, pero es que estaba loca por vérsela, quería verle la verga erecta a mi hermano.
Gire la cara para verlo. Estaba excitadísimo, mi predicción era cierta, tenia una verga enorme y deliciosa, se le salía del calzoncillo. Yo no pude evitar morderme el labio al mirarla. Aquella imagen de su cuerpo musculoso con su enorme polla que iba a romper el speedo, provoco una ola de excitación en mi, que me dejo las piernas temblando.
- ¿Esta bien así?.- me pregunto. - Así esta perfecto. No sabia que estuvieses tan bueno, jiji.
A los cinco minutos de manoseo el ya estaba que no podía mas, y se bajo el speedo a la altura de sus rodillas. Lo note porque su enorme polla estaba casi insertada en mi culo. El la deslizaba de adelante hacia atrás. Yo disimuladamente me metí el dedo en la boca y empecé a mordérmelo, porque me moría del placer. Era una costumbre que me surgió cuando cogía con mi primer novio, un tic, digamos. Los frotamientos de su pene contra mi trasero eran cada vez más rápidos. Su deliciosa verga resbalaba sobre la de la raja de mi culo por el efecto del aceite. Mi vagina estaba completamente dilatada. Yo ya no podía resistir mas, y empecé a hacer movimientos de la pelvis hacia atrás, como una gata en celo, levantando mi trasero y dejando expuesta mi excitada concha y mi ardiente ano. El cogió su pija con la mano y roso sobre mi clítoris con su enorme capullo,
- Ooooooooooooohhhhh!!!!!!!!!!! - nooooooooo, paraaaaaa!!!!!!!!!
Yo le pedía que parase, aunque no hacia nada por impedirlo. Vaya pija deliciosa que tenia. Que delicia. Todo lo contrario, le movía hacia arriba la cadera para que me frotara de nuevo.
- Aaaaaaaaaaaahhhhhh - Paaaaara, no seas maaaaalo.
Tras unas diez pasadas, el como un animal enfurecido metió su verga en mi concha, me embistió como un caballo de carga.
Aaaaaaaaahhhhhhhh!!!!!!!!!!!
Esta vez si que grite, y bien fuerte. !Que grande la tenia, ni en mis mejores fantasías me imaginaba tanto disfrute! Casi no me cabía. !Que placer, que delicia!
Aaaaaaaaaaaahhhhhh UUUUUUUUUUFFFFF Uuuuuuuuuuuuaaaaaaa
Me penetraba como un verdadero animal en celo. Yo estaba a punto de venirme. Gritaba como si estuviera poseída. Hasta que me llegó un intenso orgasmo…
AAAAAAAA AAAAAAAAAhhhhhhhhhhh NOOOOOOO OOOOOOOOOOOOOOOOOO
De repente sentí una sensación de culpa enorme. La situación se había desbordado. Era mi hermano, y me había dejado llevar por mi instinto animal. Eso tenia que acabar. Era una locura. ¿Que iba a hacer, hacerlo mi novio? ¿casarme con el? ¿y mis padres? ¿Qué van a decir mis amigas? Mil ideas pasaban por mi mente a una velocidad tremenda. Me gire bruscamente, no sabia que hacer ni decir, así que opte por lo mas fácil, echarle la culpa a el.
- !Has ido demasiado lejos.!! Te has aprovechado de que yo estaba borracha. No te lo perdonare. - Zorra, tu lo deseabas mas que yo.- me grito enfurecido. !La que se ha desnudado has sido tu. La idea fue tuya! - Ya hablaremos mañana- le dije mientras le daba un portazo a la puerta de su habitación.
Me metí en mi cuarto, me bañe para quitarme el aceite, y me volví a masturbar para aliviar la tensión y la calentura que seguía sintiendo. Me quede dormida como piedra, la conchita me palpitaba, estaba supe relajada y llena de placer.
Al día siguiente no le hable, no le mire. Pero al cabo de los días se fue normalizando la cosa y cuando mis padres llegaron de Nueva York todo ya había vuelto a su cauce. Como si no hubiera pasado nada, aunque los dos sabíamos: nuestros juegos seguirían, seriamos los hermanos más unidos del mundo, jiji. Y así es…
Dra. Tentación
dratentacion@gmail.com
Fotos:
Imágenes de carácter ilustrativo y propiedad de sus creadores originales.












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