Punto de inflexión. 3
Ahora ella sabía como se desarrollaba el juego, y tenía más dinero que cada uno de ellos. Además, también se estaba empezando a dar cuenta de lo bien que la ponía saberse el centro de atención. Tomaron un trago más y pasaron saliva.
"Gracias, chicos. Espero no defraudarlos...".
Suavemente, bajó la camisa primero por uno de sus hombros, luego por el siguiente, dejando a la vista por primera vez sus tetas y sus duros y rosados pezones.
Tirando la camisa sobre la mesa, dijo: "Ahora pueden mirar, no sean tímidos...". Moviéndose de lado a lado, mostró sin complejos sus tetas desnudas.
Dani fue el primero en encontrar la voz: "Madre mía, Ivonne..., son espectaculares..."
"Perfectas...", reiteró Fede.
"Gracias, en verdad, a mí también me gustan mucho, me encantan" dijo sonriente, al tiempo que movía los hombros, causando que las tetas se bambolearan un poco.
"Ahora lo que estás haciendo es exhibirte" pareció llamarle la atención Javi, pero al igual que sus amigos, no podía dejar de mirar las tetas de su hermana.
"Me parece que sí, pero por qué vamos a ser tan tímidos con nuestros cuerpos?", preguntó burlonamente, al tiempo que se tomaba sus tetas con las manos.
"Totalmente de acuerdo", coincidió Fede.
"Pero no estoy siendo una buena anfitriona, denme sus vasos que se los lleno. Y por favor, Javi, cambia esa música"
Mientras Javi fue hacia la sala para hacerlo, Fede y Dani se quedaron mirando a Ivonne, que se levantó y se dirigió a la cocina, con sus tetas rebotando deliciosamente a cada paso.
Volvió con unas cervezas y la colocó encima de la mesa, luego giró inclinándose hacia el gabinete donde su padre guarda el alcohol, para buscar una nueva botella de tequila, ya que la anterior se había terminado.
Los dos chicos se regodearon con la vista: Ivonne tenía un culo redondo y formado, y los pantalones que llevaba se ajustaban a él mientras se agachaba, dejándolo ver en todo su esplendor.
Mientras buscaba entre las botellas, sus tetas se movían sensualmente.
Siendo un experto en matemáticas y física, Dani estaba imaginando todas las posiciones que podrían adoptar las tetas de Ivonne en distintas posturas: como lucirían estando acostada, o sentada, de costado...
Pero como cualquier chico de 18 años, sentía como su pene crecía cada vez más, al tener frente a él a una mujer así mostrándose semi desnuda. Con sólo 1,62m, él era el más bajo entre los 3 amigos, y trataba de compensar esa carencia levantando pesas y usando playeras de manga corta y ajustada, para exhibir sus firmes bíceps. Este sería un buen punto a su favor, si tan sólo se animara a hablar con chicas de temas ajenos... a las matemáticas y la física.
Fede, por otra parte, era apenas unos centímetros más bajo que Javi y, al igual que éste, estaba en el equipo de futbol. No era tan buenos en ese deporte, pero les servía para estar en forma, y tenía la esperanza de que algunas chicas que asistían a los partidos se fijaran en él.
Al igual que Dani, no podía sino responder con una erección observando a Ivonne.
Ivonne se levantó, llevando dos botellas contra su cuerpo, haciendo que sus tetas se juntaran: "Préstenme atención, cuál de las dos abrimos?. Ésta (mientras daba vuelta la botella y la acercaba a su rostro, para poder leer mejor la etiqueta, casi aplastando una de sus tetas), o ésta otra?".
Ahora sus dos tetas estaban siendo aprisionadas por las botellas. Percibiendo el efecto que eso causaba en los chicos, sonrió y comenzó a jugar con las botellas y sus tetas: "Mmmm, el cristal frío y suave, se siente tan bien en mi piel...", se sorprendió de su propia audacia, ante los atónitos ojos de los chicos.
Presionando una de las botellas bajo su teta izquierda, preguntó: "Qué será?: Dobel...", y la teta derecha con la otra, "o Herradura?"
Los chicos, haciendo gala de su falta de cultura alcohólica, desconocían ésta última marca, por lo que eligieron el Dobel.
Ivonne intentó destapar la botella, pero le fue imposible, y le pidió ayuda a Dani. Él estaba encantado de colaborar, más aún cuando Ivonne se paró detrás de él, apoyando sus tetas contra la parte posterior de la cabeza del chico, mientras esperaba que él terminara su tarea.
"Gracias", le dijo cuando finalmente lo logró. Luego se inclinó, acercándose más, y permitiendo que una de sus tetas se reposara en el hombre de Dani, mientras le llenaba su vaso.
Tras repetir el procedimiento con Fede, Ivonne tomó las cervezas y les sirvió también.
"Creo que estoy en el paraíso", respondió Dani, con un tono que dejó en claro su sinceridad.
"Perfecto, entonces no me preocupo."
Javi regresó, diciendo: "Listo, ya deje un playlist, así no debemos preocuparnos por la música durante un buen rato."
"Gracias.", le dijo Ivonne, levantándose. "Déjame servirte un trago." Mientras su hermano tomaba asiento, ella tomó el tequila. Parada detrás de él, se inclinó para llenar su vaso. Al hacerlo, no pudo impedir que una de sus tetas rozara la mejilla de Javi.
"Ivonne, por Dios!", recriminó éste, casi tomando el pezón con su boca.
"Qué?, no vas a beber más?"
"No, es que no es necesario que..."
Pero Ivonne estaba en otra cosa, y la darse vuelta, le puso una teta en la boca.
"Dios!!!", exclamó su hermano.
"Nunca te interpongas cuando una chica tiene que cumplir su tarea", respondió ella, sonriendo mientras le servía el tequila.
"Pero tu estás..."
“Estoy qué?. Sólo intento que tengas el mismo trago que nosotros". Retomando su lugar en la mesa, continuó: "Creo que es el turno de Dani para repartir cartas. Y espero que ya se hayan acostumbrado a verme las tetas." Y tomándolas entre sus manos: "Al fin y al cabo, no es nada nuevo para ustedes. Ya habrán visto algunas anteriormente."
"Por supuesto.", dijo Dani.
"Sí.", agregó Fede.
"Obvio.", remató Javi.
Sólo su hermano estaba mintiendo. Una vez llegó a conseguir que una compañera se desabrochara su blusa, pero no pasó de eso. Cuando él intentó tocar sus tetas, ella se lo impidió. Esa fue su última cita.
Pero aún cuando Fede y Dani habían llegado a tocar un par de tetas, había sido dentro de un auto estacionado. Nada comparado con ver a Ivonne, a la luz de la habitación donde se encontraban.
"Entonces, empecemos a jugar. Y a tener cuidado: ahora soy la que más dinero tiene. Ya no me van a hacer caer tan fácil..."
Y así fue. Era una chica inteligente y le había ido tomando la idea a las manos de póker. Eso, sumado a las recientes revelaciones sobre mentir y engañar a los rivales, la estaba convirtiendo en una buena jugadora.
Aún así, estaba en una desventaja de tres contra una, por lo cual, aunque era la que más dinero tenía, no tardarían mucho sus oponentes en dejarla nuevamente quebrada
"Maldita sea, pensé que iban a distraerse mirándome las tetas, pero ya tengo que juntar fondos otra vez.", dijo mirando a los chicos. "No creo que vayan a darme mucho por mis sandalias, no?"
"No. Pero creo que tu pantalón puede conseguir buen dinero.", dijo Dani con una sonrisa pícara.
"Está bien. Qué más da?" Ivonne lo pensó un segundo. "Creo que valen bastante, dadas las circunstancias." Sintiendo las respuestas de su cuerpo a la calentura que ya sentía, y disfrutando el hecho de estar en tetas delante de unos chicos, dijo: "OK, qué tal cincuenta pesos cada uno? Si esto no me da el crédito necesario, no sé que más puedo ofrecer..."
"No lo sé, Ivonne. En ese caso sólo me quedaría con diez pesos.", pareció quejarse Dani.
"Sí, pero yo voy a estar acá sentada en tanga y zapatillas, sin nada más. Creo que lo vale, o no?"
"Y...". Dani no podía negar que ella estaba en lo cierto. Es más, alegremente le hubiera dado todo lo que tenía con tal de verla así.
Ivonne se puso de pie, abrió el botón de su pantalón, y lentamente hizo descender el cierre del mismo: "Entonces?, qué piensan?. Quién está de acuerdo?"
Mirando a esta belleza de chica, en tetas y desabrochando su pantalón, Fede y Dani juntaron sus fichas, sacaron sus carteras y las arrimaron al frente de Ivonne. Javi pareció tomarse un tiempo para pensar, pero hizo lo mismo que sus amigos.
"Gracias, chicos. Pero creo que van a terminar arrepintiéndose de esto, ya que estoy aprendiendo a dominar este juego.", dijo Ivonne, mientras bajaba su pantalón hasta la cadera. "Me encanta quitarles su dinero." Continuó bajando su prenda, dejando a la vista una tanguita blanca, con un conejito de playboy dibujado en el diminuto triangulo que cubría su conchita. "Cómo les advertí, tengo que hacer la lavandería. Tuve que ponerme lo que encontré limpio."
"El conejito", dijo Dani, viendo el dibujo.
"Por favor, ni en mis sueños más locos imaginé que nuestro juego de cartas iba a acabar en esto...", suspiró Dani.
"A decir verdad, yo tampoco. Pero gracias por permitirme jugar." Dijo Ivonne
"Por mí, puedes jugar conmigo cuando quieras.", replicó Dani, compartiendo una sonrisa con sus dos amigos, al darse cuenta del doble sentido de la frase, esbozada con total ingenuidad.
"Bueno, acabo de darme cuenta de que hace bastante rato que ninguno de ustedes se pone de pie. Acaso tienen algo que ocultar?."
Tras esto, los chicos se sonrojaron. Cada uno de ellos cargaba con una erección de campeonato, y estaban más que cómodos escondiéndola bajo la mesa.
Ivonne se asomó a ambos lados de la mesa, divertida al ver los bultos en las entrepiernas de Fede y Dani.
- "Ahora me quedo más tranquila. Me bajarían la autoestima si no hubieran respondido de esta forma. Ahora reparte las cartas, Dani."
Durante la siguiente media hora, Ivonne vio como su torre de fichas había bajado notoriamente. Incluso en su mejor mano, con una tercia de reyes, Javi la venció con full.
"Están jugando conmigo, chicos?", preguntó, enojada con su suerte. "Las probabilidades dicen que debería ganar al menos una mano cada cuatro... Bueno, necesito venderles mi tanga, es lo único que me queda..."
Ese anuncio generó un silencio en la habitación.
Ivonne miró a los chicos: "100 pesos cada uno." Al verlos dudar, agregó: "Hey!!!, voy a estar desnuda, Qué más quieren?"
"Pero vas a quedarte con todo nuestro dinero.", dijo Fede.
"Y con eso?"
"Ahí te agarró, Fede. A quién le importa el dinero?", dijo Dani.
"Buena observación."
Ivonne sonrió contenta: "Primero pidamos unas pizzas, estoy hambrienta. Sigue abierta Manolo’s?"
Manolo’s seguía funcionando, pero de nuevo surgió el tema del dinero.
"Estoy quebrada hasta que pueda ir al banco. Puedes cubrirme hasta mañana, Javi?"
"No aflojes, amigo. Se lo tiene que ganar...", dijo Fede.
"Qué?". Hasta Javi parecía sorprendido por el comentario de su amigo.
"Es obvio. Tu estás en la prepa, y tienes un trabajo de medio día para poder disponer de algo de dinero, cierto?"
"Sí.", respondió Javi. Ni él ni Ivonne se molestaron en mencionar el generoso aporte de dinero que le pasaban sus padres.
"Entonces Ivonne debería hacer algo para ganarse su parte de la pizza."
"Por mí no hay problema. Estaría encantada de ganarme mi parte." Y se puso de pie, dirigiéndose hasta donde estaba su hermano. "Nunca me aprovecharía de ti, hermanito."
Se sentó sobre las piernas de Javi, y le dijo: "Entonces creo que tengo que hacerte un baile. Digo, para ganarme mi parte.".
Ivonne pasó su mano sobre el rostro de su hermano, y luego la llevó a una de sus desnudas tetas. Podía sentir el pene de su hermano presionando contra su culo, bajo sus jeans. "Esto tiene su valor, no te parece?", le preguntó Ivonne, llevándose la mano de su hermano a la parte alta de su pubis.
Javi dejó que sus dedos hicieran presión sobre la tela de la tanga que cubría su hinchada concha: "Ivonne, no deberíamos hacer..."
"No seas tonto, Javi. Por supuesto que no deberíamos estar haciendo esto. Por eso es que se siente tan bien al hacerlo. Fede y Dani jamás dirán una palabra de esto, cierto chicos?"
"Nno, no. Por supuesto, que no..."
"Viste, ellos lo tienen claro. Y nosotros deberíamos tenerlo claro también.", le dijo Ivonne, mientras le acariciaba la cara a su hermano, haciendo que una teta se clavara en su mejilla. Como si nada, acotó: "Deberíamos pedir dos grandes. Yo como cualquiera, menos de anchoas." Luego puso su mano sobre la de Javi, y la empujó nuevamente hacia abajo: "Entonces, qué tengo que hacer para ganarme la cena?", preguntó con tono mimoso.
"Mi Dios, Ivonne..." dijo su hermano, mientras su mano casi palpaba su vagina.
Ivonne hizo a un lado el elástico de la tanga, para que la mano de su hermano hiciera contacto con sus escasos y bien recortados vellos púbicos: "Alcanzará con esto?".
Javi sintió que su mano se incendiaba al tocar la concha caliente de su hermana: "Ivonne, no podemos, no..."
"Pero lo estamos haciendo, hermanito. Y no veo que sea el fin del mundo. De hecho...", comenzó a decir, mientras se llevaba a su interior dos dedos de su hermano, "así es mejor.".
Javi no sabía que hacer. Su dedo mayor estaba entre los labios vaginales de su hermana, y ella estaba empapada.
"Mmmmm, cómo me gusta esto..." suspiró Ivonne.
"Amigo, qué están haciendo?", exclamó Dani, levantándose para tener una mejor vista.
Ivonne se levantó de las piernas de su hermano: "Nada, nada...", dijo, mientras se ajustaba la tanga para que volviese a la posición original. Le guiñó un ojo a Fede, quien debido a su ubicación, había tenido una visión privilegiada de lo que acababa de ocurrir. Con una sonrisa, Fede le devolvió el guiño...
"Me lo perdí, no?..., me quiero matar...", se quejó Dani.
"Sí, es para matarse", le respondió Fede.
Ivonne sonrió, y se acercó a él. "Es muy divertido andar con ustedes.". Se bajó levemente la tanga: "Me rasuré está mañana. Te gusta cómo me quedó?".
Mientras Dani miraba, Ivonne se pasó los dedos por su desnuda entrepierna, a sólo unos centímetros del rostro del chico.
Continuará...
Besitos
Dra. Tentación
Fotos: inthecrack.com
Imágenes solo de carácter ilustrativo y propiedad de sus creadores originales.









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