Punto de inflexión. 1
"Y entonces, Javi, qué haces los sábados por la noche?", preguntó Ivonne.
El día anterior, ella había regresado de un viaje con su marido Rafael, y dado que él se tenía que irse a un viaje por trabajo, ella de quedaría con su familia, para seguir con las vacaciones de verano.
Sus padres habían salido por el fin de semana para visitar a unos parientes, por lo que estaría unos días con la única compañía de su hermano menor, Javi.
"Nada del otro mundo..., unos compañeros, Fede y Dani, van a darse una vuelta por acá más tarde. Habitualmente jugamos a las cartas", contestó Javi.
Él y sus amigos estaban en el último año de preparatoria, por lo que se graduaría en poco tiempo.
"Ustedes solos?, nada de chicas?"
"No, este fin de semana no..."
"Algún otro fin de semana sí?".
Javi se ruborizó, para finalmente admitir que hacía bastante tiempo que no tenía alguna cita. A diferencia de su hermana, él no tenía una vida social muy activa que digamos.
Ivonne sonrió dulcemente: "No te preocupes, cuando empieces la universidad será otra historia. Vas a conocer muchísima gente nueva".
"Eso espero", y tras una pausa pensada, continuó: "Pero Ivonne..., acerca de esta noche..."
"Qué pasa?"
"Bueno..., los chicos y yo..., solemos beber algunas cervezas los fines de semana. Te molestaría si hoy lo hacemos?"
Ivonne abrió los ojos con sorpresa y dijo: "No puedo creer que mi hermanito esté ya con eso..., y yo que pensaba que eras el bebé, el hijito modelo de mamá..."
"Oye, lo soy, al menos en casi todo. Mis calificaciones son perfectas, y estoy en el equipo de futbol. Ni que fuera un vago...", dijo, aumentando el volumen de su voz.
Ivonne se rio, y toco suavemente su brazo: "Cariño, cálmate. Sólo estaba molestándote. El único problema que puedo llegar a tener respecto a ti y tus amigos bebiendo cerveza, es que no quieran compartir..."
"Entonces vas a tomar una con nosotros...", exclamó Javi.
"Seguro" afirmó Ivonne.
"Genial, trato hecho!"
"Además..., es un estimulante espectacular para el sexo..." añadió Ivonne.
"Ivonne!" dijo Javi en tono asombrado.
Javi estaba shockeado. Nunca antes había hablado de sexo con su hermana, pero tampoco había compartido mucho tiempo con ella en los últimos años. Solo las visitas habituales de las comidas y compromisos familiares.
"Qué es lo que te asusta?, qué tiene de raro una mujer de 35 años hablando de sexo?", preguntó Ivonne.
"Nada, pero...", dijo Javi avergonzado.
"Si, ya sé. Mamá y papá nunca te hablaron de eso, pero yo si; deberías soltarte un poco, Javi, sal con chicas, diviértete. Hay un mundo enorme esperando afuera."
"Eso dices tú que la pasas bien, pero para mí es más complicado." dijo javi.
"Complicado?, por qué?"
"Soy hombre."
"Y?" le cuestionó Ivonne.
"Es obvio, Ivonne. Tú estás guapísima y buenísima."
"Eh?" dijo Ivonne asombrada.
"Por favor, Ivonne...", acentuó las palabras, dejando en claro que pensaba que su hermana se estaba haciendo la ingenua.
"Tu en verdad piensas que yo estoy..." pregustó Ivonne.
"Buenísima. Sí, de verdad necesitabas que lo repitiera?"
Ivonne estaba sorprendida. Ella se consideraba una mujer agraciada (siempre había llamado la atención de los hombres desde que era adolescente, sus nalguitas eran su principal atributo), pero nunca se vio a sí misma como "buenísima" cuando se miraba al espejo, o al menos eso creía.
"Realmente no te das cuenta?", siguió Javi.
"No, pero gracias de todos modos. Es muy dulce de tu parte decirme esto. Pero qué tiene eso que ver con que somos diferentes? Tú eres un chico lindo, inteligente..."
"Ay, por favor. Mido 1,70m, y hasta el año pasado tenía el rostro lleno de granos. Además, nunca he sabido como comenzar una charla interesante con una chica".
Javi jamás había sido tan sincero antes, ni con su hermana ni con nadie.
"Nunca imaginé que te sentías así"
"La gente no tiene idea. Quiero decir, sé que me quieres y todo eso, pero tu siempre estuviste a la moda, con la gente popular. No te puedes dar cuenta lo que sentimos los que estamos al margen de eso. Pero tampoco es que estoy para sentarme en el sillón y deprimirme. Es más bien como decías antes, estoy esperando llegar a la universidad para que todo eso cambie, espero."
Y tras relajarse, y reírse de si mismo, continuó: "Supongo que en un tiempo mi coordinación se pondrá a tono con mi cuerpo, y si le pongo algo de ganas, podré hablarle a las chicas y no quedar como un tonto."
Ivonne adoraba verlo sonreír y, sobre todo, que su hermanito le haya mostrado ese lado que mantenía oculto. Obviamente, Javi confiaba en ella.
Ivonne pasó su brazo por encima del hombro de su hermano menor y le dio un pequeño abrazo.
- "Vas a estar bien mi niño, no te preocupes. Y si alguna vez necesitas hablar de estas cosas con alguien, aquí me tienes. Que bien que te inspiro confianza..., sabes que yo también confío en ti"
Javi le devolvió el abrazo: "Gracias, estoy orgulloso de que seas mi hermana."
Ivonne se acercó a un espejo que estaba en una de las paredes, y se miró. Tenía el cabello largo y castaño, ojos verdes con gris, y una buena delantera gracias a la cirugía de tetas que le pagó su marido, estaba muy orgullosa sus nenas.
Puso sus manos sobre sus senos para acomodarlos, tratando de encontrar la posición más confortable dentro del brassiere. Javi sonrió, seguro de que ella no se había percatado de que estaba siendo observada.
Después de una última mirada al espejo, y tras pasar levemente una de sus manos por su pelo, Ivonne se dio vuelta hacia donde estaba su hermano:
- "Buenísima no sé, pero te voy a aceptar que digas que soy linda", a lo que ambos rieron. "Y si voy a conocer a tus amigos esta noche, mejor me voy a dar un baño."
Javi preparó todo para la llegada de sus amigos, limpió la mesa de la sala, trajo los mazos de cartas, y buscó algunas botanas; pero su mente seguía concentrada en Ivonne.
Debido a la diferencia de edad de 17 años entre ellos (diferentes padres, misma madre; eso lo explica todo), siempre habían sido muy unidos, pero él sentía que la charla que habían mantenido un rato antes era una buena forma de comenzar a estrechar aún más los lazos entre ellos.
Y le gustaba la cerveza!. Eso era un punto extra, considerando que él había invitado a sus amigos para aprovechar que sus padres no estarían, pero había olvidado que Ivonne regresaba ese mismo fin de semana.
Mirando el bien provisto bar de su padre, se preguntaba que diría Ivonne si ellos intentaban vaciar algunas botellas. Iba a ser divertido tenerla allí después de todo, y una linda oportunidad de conocerla como adulto, y no como el hermanito menor.
Los amigos de Javi fueron llegando, y mientras se sentaban a la mesa bebiendo las cervezas y hablando de las fiestas de fin de curso, Javi buscaba la forma adecuada de decirles que no estarían solos, y que su hermana mayor se les uniría. No estaba seguro de cómo reaccionarían ante esta novedad.
Ellos, como todos los adolescentes, hablaban de chicas y sexo en este tipo de reuniones, y tener a Ivonne cerca iba a poner un freno lógico a eso.
Fede, mientras; estaba tratando de explicarles cómo pensaba conseguir que los inviten a una fiesta de graduación.
"Las mejores chicas van a estar en esa fiesta, no podemos perder esa oportunidad."
"Y cómo demonios vamos a hacer que nos inviten?", preguntó Dani.
"Mi primo es uno de los organizadores. Sólo tengo que preguntarle. No puede decirme que no..."
"Ah, eso si que va a estar bueno. Vamos a ser los tetos que tuvieron que usar palancas familiares para entrar..."
"Y qué importa?. El punto es que vayamos y podamos tener suerte."
"Cómo no...", respondió Dani con poca esperanza, y se quedaron sentados en silencio, tomando sus bebidas y pensando como seguir.
Fede abrió la boca para continuar la explicación de su idea, pero la mantuvo abierta cuando vio a Ivonne entrar a la habitación donde se encontraban. Ese hecho en sí no lo hubiese detenido, pero el hecho de que ella sólo llevara su cuerpo envuelto en una toalla, sí; una toalla que apenas cubría sus tetas por delante, y que la rodeaba firmemente hasta cubrir apenas sus muslos.
Ivonne estaba ocupada secándose el cabello con otra toalla y, sin siquiera mirar, le preguntó a Javi: "A qué hora llegan tus amigos?"
Javi lanzó una carcajada a Ivonne por no haberse dado cuenta de que los chicos ya habían llegado, y a sus amigos por quedarse mudos al ver a esta belleza cubierta sólo por la toalla.
"Creo que se van a hacer notar más rápido de lo que piensas..."
"Ho... Hola", apenas pudo murmurar Fede.
Ivonne giró su cabeza sorprendida. Luego sonrió: "Ups, disculpen. No me di cuenta de que ya teníamos visitas. Yo soy Ivonne", dijo, mientras extendía su mano mojada...
Fede se puso de pie para estrechar su mano. Dani hizo lo mismo luego. Ambos estaban casi temblando al estar tan cerca de semejante belleza mojada, y casi desnuda.
Javi también estaba un poco sorprendido.
"Encantada de conocerlos. Javi me dijo que vendrían, pero olvidó decirme a que hora. Por favor, siéntense y pónganse cómodos".
Para sorpresa de los chicos, en lugar de irse de inmediato a vestirse, Ivonne se sentó junto a ellos, y volvió a su tarea de secarse el cabello con la toalla:
"Mi hermano me dijo que jugarían a las cartas. Espero que no les moleste que me una a ustedes".
"Si, es nuestra noche de cartas", respondió Fede.
"A qué juegan?"
Mirando sus tetas moverse debajo de la toalla, que apenas las cubría mientras ella se movía para continuar con su pelo, Fede tenía problemas para continuar con la conversación.
Pero Javi vino al rescate:
"Generalmente jugamos viuda."
"Pero a veces jugamos póker", agregó Dani. Rara vez lo hacían, pero pensó que sonarían más maduros e interesantes.
"Perfecto..., les molestaría si juego yo también?", preguntó Ivonne.
Esto trajo una serie de dudas a Fede y Dani. Por supuesto que les encantaba la idea de que esta belleza se les uniera, pero también querían estar ellos solos. Pero como los hombres no suelen pensar con la cabeza, todos dijeron "para nada" al unísono.
- "Genial, entonces voy a vestirme.", dijo Ivonne, mientras se alejaba de la habitación, aún secándose el cabello.
Tres pares de ojos, prestando especial atención al bamboleo de su culo bajo la toalla, la siguieron hasta verla desaparecer.
"Por favor, dime que esa no es tu hermana", le preguntó Fede a Javi. "Que llamaste a una prosti, y te mandaron a ella..."
"Tranquilízate, Fede. Y sí, es mi hermana..."
"No te puedo creer. Cómo te tenías eso guardado?. Es un bombón.", dijo Dani.
"Y esa toalla casi no tapaba nada. Vieron esas..."
"Contrólense. Como les dije, es mi hermana, así que tengan cuidado con lo que dicen..."
"Perdón, no te ofendas. Es sólo que..., wow!!!"
"Si, wow!!!", asintió Dani.
"Y a qué vino eso de jugar póker?. Si siempre jugamos viuda...", preguntó Pablo.
"Es que la viuda sonaba demasiado inmaduro, no sé si me explico."
"Sí, coincido contigo, suena súper teto.", dijo Fede.
"Por Dios, ustedes dos ven una mujer y se vuelven idiotas."
"No hace falta que lo expliquemos..., además, es tu hermana" comentó Fede entre risas.
"En serio, Javi. Tienes idea de lo bueno que estuvo lo que acabamos de ver?. Olvídate por un segundo que es tu hermana. Qué pensarías si vas a la casa de un amigo, y una chica como Ivonne, prácticamente sin ropa, y como si nada, se sienta a charlar contigo?"
"Sí, en eso tienes razón. Si hubiera sido alguien a quien no conozco, y estuviera usando sólo una toalla, y siendo tan linda..."
"Linda? Es una diosa, date cuenta."
"Yo no puedo creer que nunca nos hayas hablado de ella.", dijo Fede, sin salir aún de su asombro.
"Yo lo comprendo", interrumpió Dani. "Si yo tuviera una hermana como ella, lo último que quisiera es que mis calientes amigos se enteraran. Pero ahora que ya la conocimos, eso no cuenta, jaja..."
"Igual, hay algo que me preocupa. No le molesta que bebamos? cómo vamos a hacer con las cervezas?"
En ese momento, como de la nada, apareció Ivonne: "Cerveza?. Quién trajo cerveza?"
Creyéndose atrapados, Fede y Dani miraron nerviosamente a Javi, como esperando que los salvara, pero éste sólo respondió: "Fede las trajo, pero las compramos entre todos."
"Bien, entonces vamos a probarlas. Qué les parece si le agregamos algo un poco más fuerte?"
Después de buscar el bar de su padre, Ivonne sacó una botella de tequila: "Me acompañan con esto?".
Por supuesto que lo hicieron. Javi puso los vasos, mientras ella les servía a los chicos.
"Saben algo? Voy llegando de un vuelo muy cansado y necesito relajarme. Creo que es hora de que me divierta un poco..." comentó Ivonne.
Dejo la botella en el centro de la mesa y levantó su vaso: "Por mis nuevos amigos, y por un buen momento", propuso, y bebió un trago. Los chicos la siguieron. "Bueno, entonces qué jugamos: viuda o póker?"
Continuará...
Besitos
Dra. Tentación
Fotos: inthecrack.com
Imágenes solo de carácter ilustrativo y propiedad de sus creadores originales.










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