Día del padre, en privado. 4 Le entregué mi copa y salí de la sala de TV, no sin antes voltear de reojo y ver como Roberto tenía su mirada clavada en mis nalgas. Hice una pausa en mi caminar, subió su mirada y se cruzó con la mía. Con una sonrisa, le di toda mi aprobación para que disfrutara sin pena de mi y de mi cuerpo. Era momento del último cambio, un teddie (tipo leotardo pero de lencería) negro completamente transparente, con abertura en la entrepierna; muy sensual. Por lo delgado y fino de la tela, no se pegaba a mi piel pero con mucha facilidad se iba de lado dejando ver mis tetas. Por la espalda era solo una tira que lo unía al cuello desde las nalgas. Unas medias negras al muslo y mis zapatillas se satín y terciopelo negras altas de tiritas. Me veía muy bien, el conjunto estilizaba mi figura. Me acomodé un poco el cabello y me dirigí de nuevo a encontrarme con mi padre. Al llegar me di cuenta que ya se había quitado la camiseta y el pants deportivo que llevaba. E...