Felices fiestas papi, yo Ivonne.

-       Feliz navidad papá!!!, tu regalo esta en esperando en tu recamara disfrútalo.

Cuando mire a mi padre aquella noche, en el momento que tomaba una tanga mía de mi cajón, sentí mucha pena por el; así que decidí darle un poco de amor  a cambio de todo lo que el me había dado hasta ese día. 

A mi mente recuerdos muy importantes. Fue cuando tenia 18 años recién cumplidos, mi cuerpo ya presentaba cambios muy significativos y no pasaban desapercibidos. Fue justo la época en que comencé a trabajar como edecán. Una tarde cuando fui a una tardeada de la escuela, me puse una mini falda cortita, desde luego que debajo me puse un short, como mis padres me habían siempre indicado, aunque siempre me lo quitaba de inmediato al salir de casa. Cuando ya salía de casa papá me llamo a la sala y me dijo:

- Ivonne, ¿a que hora regresarás a casa?

- Papi, la fiesta termina a las 11 pero, ¿tu podrías ir por mi?

- Claro güera, pero antes de que te vallas; no está muy corta?, ¡llevas puesto un short verdad?

- Si, papi, ¿por que me lo preguntas? 

- Mira hija, ya eres una mujercita y te has puesto muy hermosa. Ya es tiempo de que tengas ya más seguridad en tu persona. Creo que ya es momento de que lleves solo  tu ropa interior, ya eres una mujer, ¿si me entiendes verdad?

- Si papa, te agradezco tu consejo… Le di un beso en la mejilla y subí corriendo a mi recamara a quitarme el short. Ya no más esconderme!

- Me voy papa, no olvides pasas por mi a las 11 te espero en la entrada!

Salí y me apresure a llegar al colegio que estaba a unas 8 calles de la casa. El tiempo paso y justo a la hora pactada ahí estaba papá esperándome. Me despedí de mis amigas y subí al auto…

- Te divertiste amor?...

- Si papi, muchas gracias; todo fue muy divertido y gracias por venir por mi.

En ningún momento paso por mi mente tratar de cubrir mis piernas, las cuales se veían por completo. Es mi padre y no tenia por que sentir pudor alguno. A partir de ese día mi vida dio un cambio mas; ahora ya me vestía mucho mas sexy. Con faldas cortas y vestidos escotados. Ya no tenía que ocultar como me vestía para los trabajos de edecán que hacía. Una tarde regrese a casa mas temprano de lo habitual. Al entrar escuche el ruido del agua al caer, era mi padre bañándose. Al salir me miro y me dijo que la regadera seguía caliente. Yo aproveche dándome un baño. Al salir me cambie de ropa y puse la que traía puesta en la cesta de ropa sucia. 

Por la noche antes de ir a dormir, recordé que había dejado una carta de mi novio en la bolsa de mi falda por lo que me apresure a buscarla. Fue cuando me di cuenta que la ropa ya no estaba como yo la había dejado, y justo hacia falta mi tanga. Intrigada busque por toda la cesta pero nada, habían desaparecido. Regrese a mi recamara y me quede pensando. Apague la luz y minutos después escuche a mi padre caminar de forma sigilosa. Me aproximé a la puerta entreabriéndola un poco, mire que se dirigía a la sala. Solo traía puesta una toalla alrededor de su cuerpo. Lo supe por que ví como se sentaba en el sillón, al quitársela quedo totalmente desnudo. Lo que presencie a continuación me dejo sorprendida; en una mano tenia mi tanga, la cual llevo a su nariz y mientras la olía se masturbaba. Sentí pena por el. Después de cerrar bien la puerta me fui a dormir pensando en esa escena. Aquella noche soñé que yo me entregaba a el. Desperté sobresaltada y con mucha calentura. Estaba excitada por el sueño que había tenido con mi papi. A partir de ese día, decidí buscar la forma de darle un poco de amor a mi papito querido. Fue una noche antes de la fiesta navideña, cundo me atreví a dejarle un recado papi: Feliz Navidad, tu regalo te espera en tu recamara.

- Papi, mañana iré a una fiesta en un antro. Todos iremos vestidos con ropa de acuerdo a la fechas y compre una ropa navideña. Me la probaré y quiero que me des tu opinión.

- Si güera póntela y te doy mi opinión.

Me apresure a subir a mi recamara y me puse el traje de Santa Claus que me había comprado. Nada que ver con lo tradicional, era algo especial. Se trataba de un diminuta faldita con una blusita delgada y muy escotada. Todo me quedaba perfectamente bien, me veía muy cachonda. Me puse unas zapatillas blancas de tacón alto y me recogí el cabello en una cola de caballo, regrese a su lado y me miro y dijo.

- Hermosa! Eres una verdadera muñequita Ivonne, te ves guapísima!, que más puedo decirte.

- Gracias papi, podrías pasar por mi a las 12 de la noche? 

- Claro preciosa, ahí estaré, diviértete y no abuses de las copas, eh!

- Papi, sabes que no tomo, jijijijj!

Papa me llevo al antro. Nos despedimos con un beso de padre e hija, quizá el ultimo que seria de esa forma. A partir del siguiente día todo seria diferente, yo estaba dispuesta a convertirme en su mujer. Faltaban apenas unos minutos para que pasara por mi, así que decidí hacer algo muy loco para iniciar con mi plan de seducción. Me tome dos shots y a la hora acordada salí. El golpe del viento me hizo trastabillar un poco, papá me vio y bajo apresuradamente del auto.

- Papi, perdóname me tome dos copas y creo que me siento mal. 

- No te preocupes hija yo te cuidare.

Me ayudo a subir al auto. Fingí quedarme dormida. Claramente podía ver como recorría con su mirada mis piernas y mis pies en las altas zapatillas. Al llegar a casa, me hablo; pero fingiendo inconsciencia, seguí con los ojos cerrados. Entonces después de cerrar la puerta de la cochera abrió del lado que yo iba y tomándome en brazos me cargo y me llevo a mi recamara. Al recostarme me observo y con delicadeza me quito las zapatillas, dejándolas a un lado de la cama. Con un movimiento suave separe mis piernas u poco. El se quedo un rato mirándome. Estuvo a punto de tocar mis piernas pero no se atrevió, salió de la recamara y se fue a dormir.

Por la mañana, me apresure a tomar el desayuno y antes de salir le dije…

- Papi te molestaría si ceno hoy en casa de Jorge?  (Jorge era mi novio en ese momento).

- No! hija, por mi no te preocupes. Estaré aquí en casa; tu madre y tus hermanos irán a visitar a los abuelos; mañana quizá vayamos todos juntos a comer a algún lado.

- Gracias papi, entonces me despido de una ves y te doy tu abrazo mañana regreso por la mañana. Dile a mamá que tu me diste permiso. 

- De acuerdo hija yo le digo, espero no lo tome a mal, pero ya eres una mujercita y debemos de darte tu espacio. Salgo un par de horas al centro comercial y regreso. Nos vemos en un rato.

Salí de casa a despedirlo. Cuando lo vi marcharse, regrese a casa y lo primero que busque fue la ropa que me había quitado. Nuevamente mi tanga no estaba. Fui a su recamara y busque en sus cajones. Ahí las encontré!, dobladas con mucho cuidado. Deje todo como estaba y me apresure a escribir la nota.

Papi, Feliz Navidad, tu regalo está en tu recámara, disfrútalo!!!

Guarde el recado. Mas tarde lo pondría en algún lugar visible, ahora solo faltaba algo. Salí y me fui al centro comercial al otro lado de la ciudad de compras. Pensaba que ponerme aquella noche de entrega y seducción para mi papi. En un aparador vi lencería sexy. Decidí comprar una tanga roja, y ponérmela junto con el traje de la noche anterior. En ese momento pensé que podía suceder?... que mi padre me rechazara y quizá terminaríamos en una discusión, pero estaba decidida a tomar cualquier riesgo.

Regrese a casa y espere con impaciencia que la tarde llegara. Justo a las 8 de la noche me di un baño. Me arregle con mayor cuidado que nunca. Me calce las zapatillas más altas que tenía. Me mire al espejo; estaba muy seductora, muy zorra! Baje y coloque la carta justo en la mesa del comedor. No podría pasar sin verla. Apague las luces y subí a su recamara, a esa cama que compartía con mi madre. Me recosté a esperar. Pasaron lentos los minutos. De pronto se escucho el ruido de la puerta, había llegado mi papi. Fingí dormir y me quede inmóvil cuando el encendió la luz.

- Ivonne! Hija, ¿Qué haces en casa?... Pensé que estarías con Jorge!

- No papi! Esta noche la pasaremos juntos tú y yo.

- Ivonne, y el recado en la mesa?

- Si papá, quiero ser tu mujer; y no me digas que no puede ser. Tu sabes que me deseas, tanto como yo a ti. Se que tomas mis tangas de la ropa sucia y ahora es momento de que me tomes a mi como mujer, no como hija. 

- Ven papito, acércate… El se acercó a mi lado y a partir de ese momento no hubo palabras.  Se recostó junto a mi y por ves primera nos fundimos en un abrazo y nos besamos con la pasión de una pareja de enamorados. Me olvide que él me había criado, que no era mi padre biológico, pero si el que se había encargado de mi desde muy chica. Solo quería darle un poco de felicidad. Con movimientos un poco torpes me despojo de mi blusa, después de mi falda y admiro mi cuerpo. Acaricio cada centímetro de mi piel, se puso de pie y tomándome en brazos me llevo a la sala.

- Ivonne, necesito un trago; tengo que saber que no es un sueño. Sirvió dos copas y las tomamos. Puso música y así como estaba, solo con la tanga y mis zapatillas; me tomo en brazos rodeando mi cintura y bailamos al compas de la música.

Sus manos se deslizaron hacia mis nalgas, posando una a cada costado. Tomo la tanga y la bajo hasta que esta cayo al suelo. Con mis pies la hice a un lado. Seguimos bailando. Quizá 4 copas después y varias  canciones, me tomo en brazos nuevamente. Ahora se dirigió a mi recamara, me recostó y el se comenzó a quitar la ropa. Al quedar totalmente desnudo, mire por ves primera su pija, de color obscuro y un poco curva. Mas larga que la de Jorge y de mayor grosor. Se recostó a mi lado y nuevamente nos entregamos en besos y abrazados, nos acariciamos sin pudor alguno.

Tomo mis tetitas y las chupo como si fuera un chiquillo. No quería dejar de hacerlo y succionaba mis pezoncitos con fuerza. Sus manos acariciaban mis nalgas. Sentí  su miembro palpitar en mi estomago. Busque tomarla con mi mano y al hacerlo se puso palpitante, se veía esplendida, deliciosa. Se recostó en la cama y yo aproveche para ponerme de rodillas a su lado y la metí en mi boca.  Aaaaah!!!, lo escuche gemir. Seguí chupando, el estaba gozando; sus gemidos se hicieron mas intensos. Sentí su mano buscar mi conchita. Recorrió mi rajita mojada. Me tomo  de la cintura y me puso sobre de el. Su lengua busco con desesperación mi rajita. Sus manos me abrieron la concha un poco y hundió su lengua en mi ardiente cuevita. Hizo que sintiera una descarga eléctrica recorrer todo mi cuerpo.

Con claridad sentía, como al pasar su lengua en mi concha; esta se abría y al pasar se contraía nuevamente. Sentí un estremecimiento no pude evitar decir lo siguiente.

- Papi, papi! Por favor detente. 

- Te lastime mi amor!

- No! Pero creo que tendré un orgasmooooooo, ohhhh dios miooooo!... Fue lo ultimo que dije y deje que saliera todo mi jugo vaginal. El se aferro a mis nalgas apretando mas su boca a mi rajita, su lengua recorría sin parar mi concha. Yo devolvía el placer que me estaba proporcionando chupando sin descanso su erecta pija.  

Se puso de pie, tomó un condón de un cajón. Cuando se lo estaba poniendo, lo mire y le dije…

- No, por favor así sin condón. Ya tome la pastilla. Por favor papi, al natural!... Dejo a un lado el condón y abriendo mis piernas me penetro muy despacio, con mucho cuidado. Su palpitante miembro entro en mi. El me tomo de las nalgas apretándolas, su pecho pegado al mío me daba un placer extra. Me sentía protegida y al mismo tiempo penetrada por mi padre. Lentamente pero con ritmo me hacía suya. 

Se aparto y se sentó en una silla. Me tomó de la cintura y me sentó sobre de él. Separo mis piernas con sus manos y me penetro de nuevo. Esa posición me encantó! Sus manos se posaron en mis tetitas, me las sobaba y pellizcaba sutilmente mis hinchados pezones. De nuevo tuve un delicioso orgasmo.

Me puso de pie y el igual se levanto de la silla. Mire su pija empapada de mis jugos apuntando hacia arriba, escurría un poco de todo lo que lo había mojado. Sin pensarlo, me arrodille de frente a el y de nuevo le besé y chupe la pija. Sentía una fuerte necesidad de seguir devorando tan delicioso manjar.

- Ahhhhhhh!, Ivonne! Ahhhhh!!!, que rico me la chupas! Eres una deliciosa mujercita!

Apartó con suavidad mi cabeza y se tendió sobre la alfombra. Me indico me sentara sobre de el. Esa posición no la había echo antes, fue delicioso. Me moví en círculos, el estaba totalmente quieto. Ahora yo era quien se movía. Lo cabalgué por algunos minutos, sintiendo toda su pija dentro de mí, estaba hasta lo más profundo de mi ser. Me levante como queriendo salir y antes de estar fuera me sentaba nuevamente escuche que el gemía. Seguí dando ligeros sentones en su pija. Al mismo tiempo con sentía que mi vagina se contraía y apretaba su miembro, esto lo enloquecía de placer.

Me tomo de la cintura y con sus rodillas separo mis piernas hasta que mis pies quedaron sobre sus rodillas. Ahora él, con movimientos fuertes me la metía y me la sacaba. Casi de forma casi violenta me penetraba hasta el fondo. En unos minutos termino dentro de mi. Su leche parecía un torrente de lava. El calor que sentí en mi sexo al recibir su leche fue algo que jamás había sentido antes. Dejo salir hasta la ultima gota, yo lo ayudaba a exprimir haciendo contracciones con mi vagina. Desfallecido, me puso de pie y el hizo lo mismo. Yo mire su pija mojada aun escurriendo hilillos de liquido. Me apresure a mamársela nuevamente. El no pudo evitarlo y tomándome del pelo se dejo hacer. Chupe con suavidad, su sabor me enloquecía; y mas sabiendo que estaba saboreando los líquidos de ambos.

Se puso tenso, y sin que yo lo permitiera termino nuevamente pero esta vez yo trague toda su leche, no deje escapar una sola gota.

Nos quedamos dormidos juntos en la misma cama donde el se acostaba con mi madre, ahora yo también era su mujer. Me sentía satisfecha. El comenzó a regalarme ropa y lencería muy sensual. Uno de sus favoritos es una tanga en color negro y un brassiere de media copa que deja mis tetitas al aire y mis pezones a la vista. Le encanta que lo use con las zapatillas transparentes...

... Vaya, creo que me quedé dormida. Qué delicioso sueño!!! Sin duda me hubiera encantado que hubiera sido realidad. Que mi papi me hubiera hecho suya desde que yo era apenas una jovencita. Estoy muy mojada, mi sexo arde, siento mis jugos empapando mi tanga. 

Será entonces momento de dejarle una sorpresa...

Me quito la tanga, la empapo bien de mi sexo, de mi aroma que tanto disfruta. La doblo cuidadosamente y la meto en su cajón. En ese mismo cajón donde cuando apenas tenía 18 años, el guardaba mi ropa interior para masturbarse con ella. Tomo tarjeta y pluma para dejarle una nota...

- Feliz navidad papá!!!, tu regalo esta en esperando en tu recamara disfrútalo.

Cuando mire a mi padre aquella noche...


Besitos

Dra. Tentación


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Fotos:

Imágenes solo con fines ilustrativos y propiedad de sus creadores originales.









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