Visitando al abuelo, yo Ivonne
Cuando mi madre me pidió que si podía quedarme una semana con los abuelos para que ella pudiera irse de vacaciones con mi padre, ni lo consideré; no había ni que pensarlo, no rotundo. Cuidar ancianos no es algo que me entusiasme mucho, pero no había mucha opción. Si, soy Ivonne, por si estaban con la duda, a quien más esperaban?
Ahí llegue después de pedir unos días en el trabajo. Estaba ayudando de manera temporal como agente inmobiliario para un amigo de mi padre; si, de esos amigos del club que les he contado antes, jiji.
El abuelo estaba estupendo pero no la abuela. Necesitaba ayuda para casi todo. Solo tenía que pasar algo de tiempo con ellos y de paso que mis padres salieran unos días de descanso.
Los primeros dos días fueron muy bien. Por la mañana después del desayuno y un rato de pendientes en casa salíamos a hacer las compras y a dar una vuelta. Luego de regreso a casa para comer y tras una siesta, la abuela y yo íbamos a tomar un té y pasábamos a recoger al abuelo de su partida de dominó.
Al tercer día tenía que enseñar una residencia no muy lejos de allí. Deje a la abuela en donde el abuelo jugaba dominó con un café con leche; y salí disparada a mi cita.
Regrese dos horas después y me los encontré tal y como los había dejado, menos al abuelo. Me acerque a preguntar y uno de sus amigos me dijo: Ivonne, tengo una casa en las afueras y que quiero venderla.
- Pues si te decides déjame darle un vistazo y sacarle unas fotos y te ayudo a colocarla.
- Vale guapa… de dijo.
Su mirada recorrió mi cuerpo de arriba abajo, me desnudaba con la mirada poniendo especial interés en mis nalgas y mi escote. Me hizo gracia la mirada de ese señor mayor.
- Y mi abuelo?
- Está en el baño… me dijo.
Regrese a donde estaba la abuela pasando antes al baño. Llamó mi atención que al pasar por una de las puertas del pasillo oí ruido y voces, me detuve un segundo.
- Entonces se cancela lo del viernes?... claramente era la voz de una mujer, de una de las meseras de la cafetería.
- Sí, y ya deja de calentarme el pito que no poder salir de aquí y después de cancelar la cita se van a enojar.
Era la voz de mi abuelo! Me asome un poco y me quede helada al ver la escena. La chica tenia agarrada la pija del abuelo, mientras este le sobaba las tetas. Me impresionó ver el miembro erecto del abuelo, era de bastante buen tamaño y ancho.
- Venga mujer suéltame la pija ya! Cogeremos todos la semana que viene.
No podía creer que ese grupo de viejillos se pusieran de acuerdo para hacer sus reuniones sexuales con la mesera, o al menos así parecía.
- Pero mira como estas, deja que la disfrute un ratito papito! Tu pija es la que más me gusta de los cuatro… decía claramente con voz cachonda excitada la mujer.
Esa chica se daba a todo el grupito, que tal!!!
- Tu ganas mi niña, ahora vas a ver; quieres que te coja? Pues vas a tener la pija que quieres.
Oír a mi abuelo decir esas cosas, era raro: pero contra todo lo que hubiera yo pensado; me excitaron, estaba calentándome! Veía como esa chica de unos treinta y tantos se arrodillaba y sacando la lengua; empezó a lamer la pija de mi abuelo, mientras este le sobaba las tetas y pellizcaba sus pezones.
- Si, dame una buena mamada, seguro aun tienes la concha mojada de la dedeada que te he dado.
Si no hubiera estado en el pasillo de la cafetería me habría comenzado a tocar, pero no podía. Me estaba poniendo cada momento más cachonda. No lo podía creer, mi abuelo jadeaba mientras ella mamaba sin parar. Se separó un poco y agarrándose la verga, se la jaló un par de veces, haciendo que le saliera un chorrito de leche que fue a parar sobre las tetas de la mujer.
- Toma mujer, al final te has salido con la tuya!
Regrese rápidamente a la mesa, asombrada y caliente. Mi cabeza estaba en otro mundo, tanto que me di cuenta que ni siquiera había ido al baño y ahora evidentemente no podía ir. Cuando pase por la mesa de los amigos del abuelo, note sus miradas de nuevo. Aunque fueran viejos y no me gustaran para nada; me gustó que se fijaran en mí y que me vieran de pies a cabeza.
No podía quitarme de la cabeza la escena del abuelo. Cada vez que me veía alguno de sus amigos me exhibía un poco y recordaba las palabras de ellos en el café; hablando de cómo me veía y lo “buena” que les parecía. Siempre me ha gustado que los hombres me vieran; me pone muy cachonda, pero no pensé que tan mayores también.
Al día siguiente comencé a dejar un par de botones desabrochados. A llevar faldas bien cortas y así mostrar mis piernas ante ellos. Todos babeaban cuando dejaba mis piernas ligeramente separadas o las cruzaba lentamente. Desde la mesa donde jugaban veían el triangulito de mi tanga tapando mi conchita. Sabía que los excitaba y me gustaba mucho. Al regresar a casa me metía en el baño y allí me masturbaba delicioso pensando en lo que había logrado en esos “pájaros muertos”.
No quería nada con ellos pero desde que vi esa escena; en mi mente se repetía y no dejaba de pasar. Me gustaba jugar y ponerlos cachondos, sabía muy bien como hacerlo para tenerlos a mis pies. Me gustaba que me miraran y fantaseaba imaginándolos jalándosela pensando en mí.
A final de la semana, me dijo el amigo del abuelo que quería que viera la casa. Nos pusimos de acuerdo para ir al día siguiente, después de comer tomé la cámara y me dirigí a la cita.
Al llegar a la casa solo estaba el amigo de mi abuelo. Me hizo pasar y empezó a enseñarme las diferentes áreas de la propiedad. Saque fotos de las habitaciones y luego fuimos a la sala a llenar algunos papeles. Tenía que preguntarle algunos datos; así que me ofreció un tequila para estar más a gusto y acepte. Sentada en el sofá platicábamos y llenábamos los formularios. Me había terminado ya dos tequilas y al escribir me sentí algo mareada. El señor sentándose a mi lado me preguntó si estaba bien.
- Te pasa algo Ivonne?
- Me siento algo mareada, pero será por el calor que hace… le dije al tiempo que abría un poco mi blusa. Estaba muy cachonda y el tequila había ya hecho lo suyo.
Moví el cuello de mi blusa de manga corta y el acercándose puso una mano sobre mis rodillas.
- Es que hace mucho calor, déjame prender el aire acondicionado. Quieres?
Asentí con la cabeza y enseguida note el aire que comenzó a correr. Volvió a mi lado y poniendo de nuevo su mano en mi rodilla dijo:
- Mejor así preciosa?
Cerré los ojos un momento disfrutando del aire y volví a notar su mano, que esta vez acariciaba mi piel. Quise apartarlo pero mi calentura quería que él siguiera.
- Tienes una piel muy suave y bonita Ivonne…
Notaba su aliento cerca y con la otra mano comenzó a desabrochar los botones de mi blusa. Metió la mano dentro y sobaba mis senos sobre el brassiere. Me sentía muy caliente y fogosa, encantada de que el viejo estuviera a tope por mí. Solo debía soltarme y fluir.
Sacó la blusa de mi falda y me la quitó. Sus manos recorrían mi piel calentándome aún más. Luego se arrodillo frente mí y empezó a acariciarme los muslos, subiendo mi falda y ganando terreno hacia su objetivo, mi tanga. Empezó a tocarme sobre ella y noté como ya estaba mojada. No obstante estaba algo mareada, ese viejo me ponía cachonda. Hizo a un lado la tanga y sus dedos hurgaban sobre mi conchita, estaba tocando mi sexo!
- Estas chorreando zorrita… me dijo mientras un dedo me alcanzaba a penetrar.
Apenas podía jadear, estaba embelesada; y él sabiendo que me tenía a placer, siguió tocándome notando como me abría y como estaba mi conchita empapada y dispuesta. El seguía entre mis piernas cuando sonó el timbre. Vi a los otros dos amigos de mi abuelo entrar en el comedor. No se sorprendieron al verme en el sofá con la falda subida, la tanga de lado y sin blusa, en ese momento lo supe. El tequila y mi cachondería se habían apoderado de mi, necesitaba seguir y dejar salir a la putita que llevo dentro.
- Ya ven que preciosidad?
Se puso de nuevo frente a mí y me subió la falda a la cintura y me bajo la tanga, mientras los otros dos se relamían los labios y abrían los ojos disfrutando del espectáculo.
Volvió a colocarse en el suelo pidiéndome separara mis piernas y les enseñara mi sexo, lo abrió delicadamente con dos dedos mientras les decía:
- Está empapada, está apretadita y caliente…
- No se que tiene ese tequila… pero me tiene aquí abierta frente a ustedes… dije.
- No te preocupes Ivonne, estamos felices de ver toda tu belleza al natural…
Me acaricio de nuevo con los dedos y suspire. Uno de los otros dos se sentó a mi lado y empezó a tocar mis tetas. Las sacó del fino y transparente brassiere y empezó a lamerlos, mordisqueaba mis pezoncitos mientras el primero entraba y salía de mi vagina lentamente son sus dedos. Busque al tercero y vi que se había sacado la verga y poniéndose cómodo en el sofá al otro lado, se la jalaba mirando todo mi cuerpo y lo que sus amigos me hacían.
- Que buena estas Ivonne, que rica!; no esperabas esto cuando te pavoneabas delante de tres viejos verdad?...
- No te lo esperabas, solo ibas de calienta pitos verdad Ivonne?... me decía otro sin dejar de tocarme.
- Que tetas más ricas tienes, deliciosas!...
Me mordía los pezones, yo estaba cachondísima. Note una lengua áspera pero certera que pasaba por mi clítoris y lo succionaba. No podía evitarlo esos viejos me ponían a mil, era delicioso. El que se la jalaba la acerco a mi, mostrándome como lo estaba poniendo.
- Se te antoja Ivonne?, porque no le das una mamada…
Agarrándome la cabeza empezó a frotármela por los labios, yo le besaba el glande hinchado, hasta que entreabrí un poco y empujo levemente metiéndola toda en mi boca.
- Te gusta mi pija hermosa?, trágatela entera, es tuya cariño.
Me rendí a la calentura que me invadía y empecé a chupar con deseo esa vieja y venuda verga.
- Así Ivonne chúpala así, que placer me das.
Tenia a los tres viejitos dándome placer, uno me chupaba la conchita, otro las tetitas y el tercero me ofrecía su miembro en la boca para que se lo mamara. No tarde mucho en sentir un orgasmo delicioso que me hizo arquear la espalda. El que estaba atendiendo mis tetas se sacó la pija para jalársela y alternaba entre mis dos pezoncitos chupándolos y succionando delicioso, mientras el segundo dejo de hacerme la concha y sacándose la pija, la paseo por mi húmedo sexo. Presionó y me penetró con su glande hinchado, me tomo de las caderas y empujo. Me la metió en dos ocasiones haciéndome chillar de placer.
- Uff preciosa Ivonne que apretadita estas, que rico me aprietas bien la pija, este viejo te va a dar una buena cogida zorrita.
Iba de una verga a otra mientras mi conchita era penetrada sin piedad. Varias manos agarraban mis tetas pellizcándolas, sobándolas y dándome placer. Nunca había estado con un grupo de viejos, tan viejos. Me percaté de eso y volví a venirme, esta vez haciendo un squirt delicioso que los dejó empapados.
- Si Ivonne, mójame la pija, así queremos verte acabar zorrita! -
Gritaba y jadeaba ya sin pudor alguno. Cuando me vine saco su pene gordo y otro lo sustituyó. Era más pequeña y delgada, pero me cogía más fuerte, la tenía bien tiesa. Note mi sabor en su pija cuando me la ofreció de nuevo a que se la chupara.
- Así Ivonne, chúpamela como tu sabes -
Me agarro la cabeza y empezó a darme en la boca como se había cogido mi sexo. No paró hasta llenar mis tetas de su leche, que yo recibí mientras volvía a venirme. No se que me pasaba, sería el morbo de tener a tres abuelitos locos por mí o no se, pero vaya que estaba disfrutando como nunca.
Como una muñeca de trapo me sentaron sobre la última verga que me faltaba por probar. Me abrieron los muslos separándome las piernas. Me lamieron ambos mientras tenía toda la pija dura bien metida. Mire sus lenguas que iban desde mi vagina hasta los huevos del que me estaba penetrando y la escena me enloqueció. Así estuvieron varios minutos, me levantaron de nuevo y el que me estaba cogiendo se la jalaba mientras me ponían de espalda donde acabó derramando toda su leche. Sentía su semen caliente. Me pusieron a cuatro de nuevo y el que faltaba por venirse se puso detrás y agarrándome las caderas me la metió, me cogió por un par de minutos como un salvaje.
- Ivonne, hacía años que no me venía así, eres una diosa -
- Te gusta cómo te cogemos estos viejos? -
- Sí, siiiiii, que rico!!! -
- Dilo zorrita, di que te ha gustado como te cogimos.
- Claro que me ha gustado, y mucho!
Caí al sillón exhausta y bien cogida por esos tres viejos.
Me pasaron mi ropa, me puse la falda y me estaba abrochando la blusa cuando oí al abuelo…
- Estaba abierto y me pasé… Se quedó parado viéndome con la falda aun desabrochada y abotonándome la blusa.
Entro detrás de el que había ido al coche y sin ver al abuelo dijo:
- Ivonne toma estas toallitas húmedas para que te limpies… entonces lo vio.
- Que ha pasado aquí? – Preguntó mirándonos a los cuatro -
- Abuelo!!!…
- Que ha pasado aquí? – Preguntó mirándonos a los cuatro -
- Abuelo!!!…
- Que han hecho? – les pregunto a ellos.
- Te vas a enojar, pero si no fuera tu nieta también te hubieras apuntado.
- No me estás diciendo que se la cogieron?
- Si… contesto uno.
- Los tres?...
- Si… contesto el otro.
- Joder no respetan nada?...
- Lo intentamos, pero…
- Abuelo también es mi culpa… decidí ser justa, no debí ser tan atrevida y estar calentándolos e incitándolos.
Se sentó en el sillón pensativo, enfadado y triste.
- No te lo tomes así, si hasta a ti te la ha puesto dura… dijo uno de ellos, llamando mi atención
- Cállate, no digas nada…
- No me callo, no nos hagas sentir mal…
- Quiero saberlo… dije decidida y excitada de nuevo.
- Tu querido abuelo la otra noche te espió cuando te masturbabas y luego se hizo una buena chaqueta en tu honor…
- No cambien de tema, que te han hecho Ivonne?...
Pensar que mi abuelo me había mirado tocándome y se había excitado me puso a cien y recordé de nuevo su pija parada en la boca de esa mujer, sus palabras y me lance…
- Abuelo, no se que decirte, he estado con tus amigos…
- Los tres?...
Me puse de rodillas ante el que tenía la cabeza apoyada en sus manos y afirme con la cabeza.
- Primero vine solo a ver la casa, pero me ofreció un tequila y creo que una cosa llevó a la otra… dije mirando al dueño de la casa.
- Son unos…
- Abuelo, no estaba planeado, simplemente se dio. Me excite mucho y luego llegaron los otros dos y pues así sucedió…
- O sea que te gustó?...
- Si abuelo – los tres sonreían… la verdad es que si, me encantó!
Mire a mi abuelo y vi que estaba excitado, el bulto en su pantalón lo delataba y se dieron cuenta.
- Ivonne, porque no le ayudas y se la sacas de una vez… dijo uno.
Me acerque más al abuelo y baje el cierre de su pantalón, me miraba con una mezcla de cautela, incredulidad y deseo.
- No cielo, no lo hagas Ivonne… dijo sin convicción.
- Si abuelito quiero probar tu pija, la deseo…
Se la saque y empecé a jalársela lentamente
- No, déjame. Eres mi nieta, no lo ves?...
- Lo se abuelo, será nuestro secreto…
- Chúpasela Ivonne, ayúdalo a cumplir su fantasía…
Baje la cabeza y sacando la lengua empecé a pasársela por el glande hinchado. El abuelo jadeo, yo pase la lengua por todo su miembro de arriba abajo. Su mano empujaba mi cabeza hacia atrás para que dejara de mamársela, pero no pare. Solo me cabía la mitad, pero la metía y la sacaba dejándosela mojada en mi saliva, la mano que antes me empujaba hacia atrás ahora me empujaba hacia abajo.
- Ves como la chupa…
Le baje los pantalones sin encontrar demasiada resistencia de su parte. Empecé a acariciar sus testículos apretándolos ligeramente cada vez que succionaba. El abuelo jadeaba cada vez que lo hacía. Mientras los otros tres nos miraban.
- Te gusta abuelo?, quieres que siga? Te gusta?...
- Si mi niña, me encanta Ivonne, no puedo aguantarlo más, me voy a venir…
Seguí mamándole la pija con ritmo, hasta que arqueo su cuerpo y note un chorro de semen caliente en mi boca. Seguí jalándosela hasta sacar todo su semen sin dejar de mirarle a la cara. El me miraba agradecido y perplejo.
Me levante y regrese a casa. Por la noche no me miraba, apenas me hablaba para que la abuela no notara nada. Me di un regaderazo antes de cenar. Durante la cena nada, yo no dejaba de pensar en el placer de chuparle esa gran polla y empecé a desearla en otras partes de mi cuerpo.
Nos quedamos los tres a ver un rato la tele. Me senté a su lado y le notaba nervioso pero no se movió por la abuela.
Cuando esta se fue a la cama, nos quedamos solos.
- Tendrías que irte a dormir Ivonne… dijo el abuelo.
- Estas enojado?...
- No, pero ha sido un error…
- No te ha gustado?... pregunte triste.
- Si me ha gustado, jamás me había gustado tanto. Mírate cómo no va a gustarle a un viejo como yo que una mujer tan hermosa como tú le haga una mamada? Pero eres mi nieta. Vete a dormir mañana hablamos.
Me fui a dormir y al rato me levante al oír la televisión, fui hacia la sala y lo vi. Estaba ante la tele y se había sacado la pija. Se la jalaba lentamente con los ojos cerrados. Me acerque sin hacer ruido y me pare frente él. Al notar mi presencia abrió los ojos.
- Lo siento, perdóname.
- En que pensabas abuelo? La verdad…
Después de unos segundos se rindió a la evidencia.
- Pensaba en ti, soy un cabrón…
Tomé mi camiseta y la saque por la cabeza quedándome solo en tanga. El abuelo me devoraba con la mirada. Me acerque y separando las piernas me coloque sobre el abuelo. Agarre su pija y haciendo de lado mi tanguita, la puse en la entrada de mi conchita caliente. Tomé sus manos y las puse en mis tetas.
- Te gustan abuelo?...
- Si cariño…
Empezó a manosearlas, a estrujarlas y pellizcaba mis pezones cuando empecé a bajar clavándome su miembro gordo lentamente, su pito me abría y me llenaba.
- Cuidado cariño no puedo meterla del todo…
- Porque?
- Porque te dolerá…
Fui bajando poco a poco hasta clavármela hasta los huevos, tras unos segundos empecé a moverme abrazada a el.
- Cariño es la primera vez que la meto toda, que rica tienes las concha. Te gusta cariño?
- Si abuelo!, Siiiii!!!...
Me agarro de las nalgas y me moví apretándole el miembro dentro de mí, ambos gemíamos bajito mientras sentía su verga rozar cada rincón de mí.
- Ven Ivonne llevo días soñando con esto…
Me tomo de la mano y me llevo a mi cuarto, allí me puso en cuatro sobre la cama y cogiéndome de las cadera me hizo suya metiéndome toda su pija, haciéndome gritar de placer. Solo me agarraba de las sábanas fuertemente.
- Te duele nena?
- No abuelo, sigue que me vas a hacer venir…
Siguió mintiéndomela sin piedad, cogiéndome salvajemente hasta que mordí la almohada al acabar.
- Nena tengo que salir…
- Si abuelo, acaba en mis tetas, eso quieres? Dame toda tu leche en mis tetas!
Y así lo hizo, regando mis senos con su espesa leche.
Caímos en la cama exhaustos y me acaricio el pelo.
- Gracias mi Ivonne, nunca había sentido tanto placer…
- Ni yo abuelo, ni yo…
Otro secreto que guardar, uno más…
Besitos
Dra. Tentación
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Fotos:
Imágenes solo con fines ilustrativos y propiedad de sus creadores originales.















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